Autor

Nicolás Caballero, cmf

En el “Aire” de Dios.

En el “Aire” de Dios.

Desde que el Concilio Vaticano II enumeró los ámbitos de nuestra educación cristiana, -coinciden con los ámbitos de nuestra salvación-, la manera de entender y conducir la pedagogía hacia la interioridad, ha de cambiar.

Aceptar la gracia II

Aceptar la gracia II

La oración no se hace; se recibe. Y sin embargo, persistimos en una manera equivocada de lenguaje, la de ‘hacer oración Y aunque parece una ingenuidad perdonable, es una barrera que, en otro momento del proceso interior, impide el progreso en la oración, lo malinterpreta, lo rechaza.

Al despertar …

Al despertar …

“El hombre sólo se puede comprender a partir de Dios, y sólo viviendo en relación con Dios, su vida será verdadera. () Puesto que ser hombre significa esencialmente relación con Dios, está claro que incluye también el hablar con Dios y el escuchar a Dios”. (Joseph Ratzinger)

Aceptar la gracia

Aceptar la gracia

 La oración no se hace; se recibe. Y sin embargo, persistimos en una manera  equivocada de lenguaje, la de hacer oración’. Y aunque parece una ingenuidad perdonable, es una barrera que, en otro momento del proceso  interior, impide el progreso en la oración, lo malinterpreta, lo rechaza. 

La cara, el espejo del alma…

La cara, el espejo del alma…

Alguien preguntaba a alguien: ¿qué te impide cruzar el umbral? y señalaba al cuerpo. Y es que el cuerpo, hoy, es una formidable frontera porque refleja toda la problemática  mental y la mente es el ver­ dadero obstáculo.

Ver en la oscuridad

Ver en la oscuridad

Los teólogos, siempre atentos al lenguaje para hablar de Dios, a veces no caen en la cuenta de que el lenguaje sobra cuando se habla de Dios. En su manera, en el fondo ingenua de referirse a la fe, enredada en palabras técnicas, dice que hay una fe ‘quae’, que es aquello en lo que creemos y la llaman fe objetiva; y una fe ‘qua’ que apunta a la calidad y la hondura con la que cada cual cree.

En el “Aire” de Dios.

En el “Aire” de Dios.

Desde que el Concilio Vaticano II enumeró los ámbitos de nuestra educación cristiana, -coinciden con los ámbitos de nuestra salvación-, la manera de entender y conducir la pedagogía hacia la interioridad, ha de cambiar.

Aceptar la gracia II

Aceptar la gracia II

La oración no se hace; se recibe. Y sin embargo, persistimos en una manera equivocada de lenguaje, la de ‘hacer oración Y aunque parece una ingenuidad perdonable, es una barrera que, en otro momento del proceso interior, impide el progreso en la oración, lo malinterpreta, lo rechaza.

Al despertar …

Al despertar …

“El hombre sólo se puede comprender a partir de Dios, y sólo viviendo en relación con Dios, su vida será verdadera. () Puesto que ser hombre significa esencialmente relación con Dios, está claro que incluye también el hablar con Dios y el escuchar a Dios”. (Joseph Ratzinger)

Aceptar la gracia

Aceptar la gracia

 La oración no se hace; se recibe. Y sin embargo, persistimos en una manera  equivocada de lenguaje, la de hacer oración’. Y aunque parece una ingenuidad perdonable, es una barrera que, en otro momento del proceso  interior, impide el progreso en la oración, lo malinterpreta, lo rechaza. 

La cara, el espejo del alma…

La cara, el espejo del alma…

Alguien preguntaba a alguien: ¿qué te impide cruzar el umbral? y señalaba al cuerpo. Y es que el cuerpo, hoy, es una formidable frontera porque refleja toda la problemática  mental y la mente es el ver­ dadero obstáculo.

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