Y es que la persona se perfecciona en la unión por amor y en la adoración en la que realiza toda su capacidad religiosa.

Y es que la persona se perfecciona en la unión por amor y en la adoración en la que realiza toda su capacidad religiosa.
El quebrantamiento del hombre exterior, el hombre viejo, es la experiencia básica de todos los que sirven al Señor. El camino del servició está en el quebrantamiento, en aceptar la disciplina del Espíritu.
Existe un afán por aprender doctrinas y nociones. Sin embargo tal interés puede ser una forma de codicia que dificulta el camino en lugar de despejarlo; no siempre tener una calidad de discípulo es aceptable.
Aunque formulado con una paradoja, que parece acentuar lo negativo, es un alto modelo ‘positivo de aprendizaje.
El amor no puede funcionar desde la cabeza. La mente, la cabeza, sólo puede analizar, cortar, separar, atomizar…
Ten misericordia de mí, Dios mío. Cuando huyo de la oración no quiero huir de ti, sino de mí, de mí superficialidad. No quiero escaparme de tu infinitud y santidad sino de la desolación del mercado vacío de mi alma…
Sentimos poca necesidad de fundamentar nuestra relación con Dios en la oración.
Hay que aprender a orar; aprender a crear condiciones para el progreso en la oración.
Y es que la persona se perfecciona en la unión por amor y en la adoración en la que realiza toda su capacidad religiosa.
El quebrantamiento del hombre exterior, el hombre viejo, es la experiencia básica de todos los que sirven al Señor. El camino del servició está en el quebrantamiento, en aceptar la disciplina del Espíritu.
Existe un afán por aprender doctrinas y nociones. Sin embargo tal interés puede ser una forma de codicia que dificulta el camino en lugar de despejarlo; no siempre tener una calidad de discípulo es aceptable.