La escena recordada en el número anterior de Iris nos situaba fuera de Jerusalén, en el Gólgota, donde la mirada de María se cruza con la de su Hijo, taladrado de clavos. Ahora nos acercamos al Cenáculo ya las fechas en que «los discípulos se dedicaban a la oración en común, junto con María, la madre de Jesús» (Antífona de entrada).
Autor
Pablo Largo, cmf
La Vírgen María junto a la cruz del Señor
El 18 de febrero de este año 2015 comenzaba el itinerario cuaresmal. Avanzamos en él como Jesús avanzaba camino de Jerusalén. Deseamos que, en las jornadas de esta vía, nos acompañe la maestra de dolores, la mujer fuerte, la compañera del Redentor, la que cooperó a nuestra vida.
Maternidad virginal
Hoy nos detenemos en el aspecto de la virginidad. Quedó apuntado en el otro número que el apelativo “la Virgen” está muy difundido. Y lo ha estado siempre.
María, la mujer creyente
De distintos santos se ha dicho que eran dignos de admirar por sus asombrosas proezas ascéticas, pero imposibles de imitar. El Concilio enseña que la santidad de María fue, ya desde el primer instante, enteramente singular (LG 56), y añaden que fue una santidad arcana, profunda (nº 64); pero los Padres sinodales se cuidaron mucho de declarar que María es inimitable.
Las vocaciones de Juan de la Cruz
¿Se pueden tener simultáneamente dos vocaciones? Quizá podamos responder con un “depende”. En efecto, todo dependerá de lo que se entienda por vocación, en Juan de la Cruz podemos comprobar la articulación de dos aspectos.
La Anunciación
María pertenece al pueblo de Israel. Dios había inaugurado un coloquio con este pueblo en la persona de Abraham.
La Vírgen María del Cenáculo
La escena recordada en el número anterior de Iris nos situaba fuera de Jerusalén, en el Gólgota, donde la mirada de María se cruza con la de su Hijo, taladrado de clavos. Ahora nos acercamos al Cenáculo ya las fechas en que «los discípulos se dedicaban a la oración en común, junto con María, la madre de Jesús» (Antífona de entrada).
La Vírgen María junto a la cruz del Señor
El 18 de febrero de este año 2015 comenzaba el itinerario cuaresmal. Avanzamos en él como Jesús avanzaba camino de Jerusalén. Deseamos que, en las jornadas de esta vía, nos acompañe la maestra de dolores, la mujer fuerte, la compañera del Redentor, la que cooperó a nuestra vida.
Maternidad virginal
Hoy nos detenemos en el aspecto de la virginidad. Quedó apuntado en el otro número que el apelativo “la Virgen” está muy difundido. Y lo ha estado siempre.
María, la mujer creyente
De distintos santos se ha dicho que eran dignos de admirar por sus asombrosas proezas ascéticas, pero imposibles de imitar. El Concilio enseña que la santidad de María fue, ya desde el primer instante, enteramente singular (LG 56), y añaden que fue una santidad arcana, profunda (nº 64); pero los Padres sinodales se cuidaron mucho de declarar que María es inimitable.
Las vocaciones de Juan de la Cruz
¿Se pueden tener simultáneamente dos vocaciones? Quizá podamos responder con un “depende”. En efecto, todo dependerá de lo que se entienda por vocación, en Juan de la Cruz podemos comprobar la articulación de dos aspectos.