Dios se hacía grande, en el cuerpo de un pequeño gran hombre, que tenía una madre joven, guapa, y dispuesta.
Autor
Pedro Manuel Sarmiento
María del Exilio
El mundo entonces estaba igual de al revés que ahora, sólo cambiaba la dirección, había que huir del norte al sur.
Y vendrán del Oriente
Ella, que no había viajado mucho más allá del su pueblo y el de su prima, no había visto nada igual.
Y en la tierra paz
Queremos ver cómo es Dios, y cómo somos nosotros cuando se nos junta con el amor y la paz.
Aquí está la Sierva de Dios
El rumor de los ángeles es muy débil, sólo se escucha cuando todo lo demás reposa en silencio.
Magníficat por alegrías
Todo podía ser magnífico. Era una canción alegre, de esas que salen de corrido.
Iba creciendo
Dios se hacía grande, en el cuerpo de un pequeño gran hombre, que tenía una madre joven, guapa, y dispuesta.
María del Exilio
El mundo entonces estaba igual de al revés que ahora, sólo cambiaba la dirección, había que huir del norte al sur.
Y vendrán del Oriente
Ella, que no había viajado mucho más allá del su pueblo y el de su prima, no había visto nada igual.
Y en la tierra paz
Queremos ver cómo es Dios, y cómo somos nosotros cuando se nos junta con el amor y la paz.
Aquí está la Sierva de Dios
El rumor de los ángeles es muy débil, sólo se escucha cuando todo lo demás reposa en silencio.