El amor, aunque cueste trabajo, no reacciona con brusquedad ni mal genio. El amor se alegra con la alegría de lo que los demás consiguen. El amor no necesita tener el coche más llamativo, vivir en la casa más grande ni disponer de los aparatos más avanzados. El amor no siempre debe ser el jefe ni tener la Última palabra.
Autor
Revista Iris de Paz
El amor en la vida del cristiano
El amor, aunque cueste trabajo, no reacciona con brusquedad ni mal genio. El amor se alegra con la alegría de lo que los demás consiguen. El amor no necesita tener el coche más llamativo, vivir en la casa más grande ni disponer de los aparatos más avanzados. El amor no siempre debe ser el jefe ni tener la Última palabra.
Jueves de la XV Semana del Tiempo Ordinario
Mt 11,28-30. Soy manso y humilde de corazón.
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