Mi padre murió cuando yo tenía veintitrés años; yo entonces era seminarista, inmaduro todavía, aprendiendo aún las malicias la vida. A cualquier edad es duro perder a tu padre, pero mi pena aumentó por el hecho de que justamente había yo comenzado a apreciarle.
Autor
Ron Rolheiser, omi
Forcejeando con la Bendición de Mi Padre
Mi padre murió cuando yo tenía veintitrés años; yo entonces era seminarista, inmaduro todavía, aprendiendo aún las malicias la vida. A cualquier edad es duro perder a tu padre, pero mi pena aumentó por el hecho de que justamente había yo comenzado a apreciarle.
San Juan, apóstol y evangelista
Jn 20,2-8. El otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al sepulcro.
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