Autor

Ron Rolheiser (Trad. Benjamín Elcano, cmf)

Dios es feliz

Dios es feliz

Cristianismo, Judaísmo e Islamismo: al fin y al cabo, todos creen en el mismo Dios. Curiosamente, a la vez, en opinión popular, también todos tienden a concebir a Dios de la misma manera: varón, célibe y no siendo particularmente feliz.

La invitación al coraje

La invitación al coraje

El coraje no es uno de mis puntos fuertes, al menos no un género particular de coraje. La Escritura nos dice que mientras Juan Bautista crecía, se hacía fuerte en espíritu. Mi crecimiento fue algo diferente. A diferencia de Juan Bautista, mientras yo crecía, me volvía acomodaticio en espíritu.

La pornografía y lo sagrado

La pornografía y lo sagrado

Los antiguos griegos tenían dioses y diosas para todo, incluso una diosa de la Vergüenza llamada Aidos. La vergüenza, para ellos, significaba mucho más de lo que normalmente significa para nosotros. En su mentalidad, vergüenza suponía modestia, respeto y una cierta reticencia necesaria ante cosas que debían permanecer privadas y ocultas.

Suicidio y melancolía

Suicidio y melancolía

Ya no entendemos la melancolía. Hoy agrupamos juntas todas formas de melancolía en un solo  manojo indiscriminado y lo llamamos “depresión”. Mientras los psiquiatras, los psicólogos y la profesión médica están haciendo mucho bien en favor del tratamiento de la depresión, algo importante se está perdiendo al mismo tiempo.

Dejar el falso temor

Dejar el falso temor

Recientemente, en una entrevista de radio, me preguntaron: “Si Vd. estuviera en el lecho de muerte, ¿qué querría dejar tras de sí como sus últimas palabras?” La pregunta me pilló momentáneamente de sorpresa. ¿Qué querría dejar yo como mis últimas palabras?

No cerrar con llave nuestras puertas

No cerrar con llave nuestras puertas

En su libro El Secreto, Rene Fumoleau tiene un poema titulado Pecados. Fumoleau, un sacerdote misionero que estaba con el pueblo Dene en el norte de Canadá, pidió una vez a un grupo de  ancianos que dijeran lo que ellos consideraban el peor pecado de todos.

Nuestra inconsciente búsqueda de Dios

Nuestra inconsciente búsqueda de Dios

Es fácil malentender lo que significa esto. Siempre estamos buscando a Dios, aunque, por lo general, sin saberlo. Normalmente, pensamos en nuestra búsqueda de Dios como una búsqueda religiosa consciente, como algo que hacemos por nuestro propio lado espiritual.

Dios no puede decir mentiras

Dios no puede decir mentiras

 Mentir es el más pernicioso de los males, el más peligroso de los pecados, la peor de las blasfemias y el único pecado que puede ser imperdonable. Tal vez necesitemos que nos recuerden eso hoy, dada nuestra presente cultura, en la que corremos el riesgo de perder la verdadera idea de la realidad y la verdad. Nada resulta más peligroso.

¿Qué espera de nosotros el amor en este momento?

¿Qué espera de nosotros el amor en este momento?

"Puedes asumir con seguridad que has creado a Dios a tu propia imagen cuando sucede que Dios odia a la misma gente a la que tú odias”. (Anne Lamott). Esas son palabras dignas de ser contempladas en todos puntos de la vertiente política y religiosa de hoy. Vivimos en un tiempo de amarga división. Desde las oficinas de nuestro gobierno hasta las mesas de nuestra cocina hay tensiones y divisiones sobre política, religión y versiones de la verdad que parecen irreparables.

La Navidad como haciendo trizas los recipientes de nuestras expectativas

La Navidad como haciendo trizas los recipientes de nuestras expectativas

Resulta curioso cómo Dios deshace invariablemente los recipientes de nuestras expectativas. Nosotros tenemos cierta idea de cómo Dios debería actuar, y Dios acaba actuando de un modo que frustra todas esas expectativas; y, aun así, cumple nuestras expectativas más profundamente. Eso es ciertamente la verdad de lo que sucedió en Belén en la primera Navidad.

La ilusión de la invulnerabilidad

La ilusión de la invulnerabilidad

Cualquier cosa que no te mata te hace más fuerte. Ese es un axioma piadoso que no siempre se cumple. A veces, llega el mal momento y no aprendemos nada. Esperamos que este mal momento actual, el Covid-19, nos enseñará algo y nos hará más fuertes.