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¿Qué utilidad tiene una vieja linterna de mano? Bueno, su luz puede ser muy útil en plena oscuridad, pero viene a ser superflua e imperceptible al sol del mediodía. Sin embargo, esto no significa que su luz sea mala, sólo que es débil.
Muchos de nosotros llegamos a Navidad cansados, precipitados, distraídos y ya fatigados de tantas luces, canciones y celebraciones navideñas. El adviento debería ser un tiempo de preparación para Navidad; pero, para muchos de nosotros, no es exactamente un tiempo para el género de preparación que permite a Cristo nacer más profundamente en nuestras vidas.
Dios nos ha dado dos iglesias; una se encuentra en cualquier lugar, y la otra, en lugares escogidos. Algunos de nosotros preferimos una de estas y luchamos con la otra, pero ambas son lugares sagrados donde Dios puede ser encontrado y adorado.
No es ningún secreto que hoy día ha habido una masiva caída en la asistencia a la iglesia. Por otra parte, esa caída no corre pareja con el mismo difundido aumento en ateísmo y agnosticismo. Al contrario, más y más gente afirma ser espiritual pero no religiosa, llenos de fe pero no asistentes a la iglesia. ¿Por qué se da este éxodo de nuestras iglesias?
Entre las muchas enseñanzas de Jesús, encontramos esta invitación que nos parece más bien dura: El que quiera ser discípulo mío debe negarse a sí mismo, cargar con su cruz diariamente y seguirme. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mi causa la encontrará.