Los budistas tienen un pequeño axioma que explica de nosotros mismos más de lo que nos gustaría. Dicen que puedes entender la mayor parte de lo que está mal en el mundo y dentro de ti mismo por el hecho de mirar una foto de grupo.
Autor
Ron Rolheiser (Trad. Benjamín Elcano)
El estigma del suicidio
Hace poco leí, sucesivamente, tres libros sobre el suicidio, cada uno escrito por una madre que perdió a uno de sus hijos por suicidio. Los tres libros son fuertes, maduros, no dados a falso sentimiento y dignos de leerse…
Cuidar nuestra alma
Jesús nos enseñó esto, pero sospecho que generalmente no captamos todo el alcance de su significado. Tendemos a tomar las palabras de Jesús en este sentido: ¿De qué le sirve a uno ganar riquezas, fama, placer y gloria, y después muere y va al infierno? ¿De qué sirve la gloria terrena o el placer si perdemos la oportunidad de la vida eterna?
El valor y el poder del ritual
Hoy ya no entendemos el valor y el poder del ritual. Eso es más que una pérdida individual. Es el aire cultural que respiramos. En palabras de Robert L. Moore, hemos andado ritualmente “duros de oído”. Los efectos de esto se pueden ver por todas partes.
El último buen criterio de la evolución
La evolución -expresó Charles Darwin en famosa afirmación- funciona por la supervivencia de los más aptos. La Cristiandad, por otra parte, está comprometida con la supervivencia de los más débiles. Entonces, ¿cómo cuadramos con la evolución nuestro ideal cristiano de hacer una opción preferencial por los débiles?
¿Quién soy yo para juzgar?
Quizás la sencilla frase del papa Francisco, tan frecuentemente citada, sea su respuesta a una pregunta que se le hizo vis-a-vis sobre la moralidad de un matrimonio gay en el que la relación presenta un amor fiel. Su molesta-famosa respuesta: ¿Quién soy yo para juzgar?
La inagotabilidad de Dios
A muchos de nosotros -estoy seguro- nos ha impresionado la película De dioses y hombres. Cuenta la historia de un grupo de monjes trapenses que, después de hacer una dolorosa decisión de no huir de la violencia que había en Argelia en la década de 1990, son al fin martirizados por extremistas islámicos en 1996.
Leyendo pasajes difíciles de la Escritura
Un compañero mío me cuenta esta historia: Recientemente, después de presidir una Eucaristía, una mujer de la asamblea se le presentó con este comentario: “¡Qué horrible lectura de la Escritura hemos tenido hoy! ¡Si esta es la clase de Dios al que rendimos culto, entonces yo no quiero ir al cielo!”
Una camisa de fuego
Dicen que el libro que más necesitas leer te encuentra cuando más necesitas leerlo. He tenido esta experiencia muchas veces, últimamente con el libro de Heather King Camisa de fuego: Un año con santa Teresa de Lisieux.
Inclinar y levantar nuestras cabezas
Al final de cada liturgia católica romana, se invita al pueblo a recibir una bendición. Esa invitación es expresada con estas palabras: Inclinad vuestras cabezas e implorad la bendición de Dios. La idea existente tras eso, obviamente, es que una bendición sólo puede serrecibida verdaderamente en reverencia, en humildad, con la cabeza inclinada, y con el orgullo y la arrogancia subyugados y silenciosos.
Siempre yendo delante de nuestras almas
En su libro El Dios Instinct, Tom Stella cuenta esta historia: Unos hombres que se ganaban la vida como mozos de servicio fueron alquilados un día para portar un gran cargamento de materiales para un grupo en un safari. Sus cargamentos eran inusitadamente pesados, y la incursión a través de la jungla se realizaba por un escabroso sendero.