"EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES QUE AMA EL SEÑOR"

"EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES QUE AMA EL SEÑOR"
La misión me ha permitido vivir con austeridad, ‘ligero de equipaje’.
‘Tengo otras ovejas que no están en este redil; también a éstas tengo que atraerlas, para que escuchen mi voz’.
Las cosas de Dios acaban bien. Todo estaba llamado a ser más en el Señor. Ahora sabemos que a lo sembrado él le dará crecimiento.
A modo de carta quiero comenzar estos nuevos relatos nacidos de la experiencia de otra misión por tierras hondureñas.
Este diario misionero no está concluido. Nuevas páginas esperan ser testigo de futuras experiencias.