No es posible hablar de la primera gran difusión del evangelio sin prestar atención a Pablo de Tarso.

No es posible hablar de la primera gran difusión del evangelio sin prestar atención a Pablo de Tarso.
No es posible hablar de la primera gran difusión del evangelio sin prestar atención a los afanes y correrías evangelizadoras de Pablo de Tarso.
No es posible hablar de la primera gran difusión del evangelio sin prestar atención a Pablo de Tarso.
No es posible hablar de la primera gran difusión del evangelio sin prestar atención a los afanes y correrías evangelizadoras de Pablo de Tarso.