No es posible hablar de la primera gran difusión del evangelio sin prestar atención a Pablo de Tarso.
Autor
Severiano Blanco, cmf
Dios me manifestó a su Hijo para que lo anuncie.
No es posible hablar de la primera gran difusión del evangelio sin prestar atención a los afanes y correrías evangelizadoras de Pablo de Tarso.
Dios me manifestó a su Hijo para que lo anuncie.
No es posible hablar de la primera gran difusión del evangelio sin prestar atención a Pablo de Tarso.
Dios me manifestó a su Hijo para que lo anuncie.
No es posible hablar de la primera gran difusión del evangelio sin prestar atención a los afanes y correrías evangelizadoras de Pablo de Tarso.