Se trata de una búsqueda que no termina en la soledad o en el vacío, sino en el encuentro y en la plenitud.
Autor
Severino-María Alonso, cmf.
Derechos y deberes de la persona.
Cuando hablamos de los derechos de la persona, y más concretamente de los derechos del religioso, que la autoridad debe defender y promover, se hace necesaria una distinción o un esclarecimiento conceptual, para evitar peligrosas y frecuentes confusi
EL VERDADERO PROFETA: UN HOMBRE ENTRE DOS FUEGOS
El profeta no es, propiamente, un adivino, ni un hombre que predice el futuro, que anuncia lo que va a suceder. Es éste un aspecto secundario de la vocación y de la misión profética. Profeta, en sentido riguroso, es el que habla en nombre y en lugar de ot
Si amas a Dios…si te dejas amar por Dios
Del amor que Dios nos tiene, brota nuestra misma capacidad de amarle, es decir, al amarnos, Dios nos capacita para amar.
Tres dimensiones de la sexualidad humana.
Tres dimensiones, que -integrando un mismo ‘misterio- están ordenadamente subordinadas y, por tanto, no tienen la misma importancia ni idéntico valor.
La visitación de María.
Todas las numerosas visitas salvadoras de Dios a su Pueblo culminan en la grande y definitiva Visita que se llama Jesús, que es el Emmanuel, el Dios-con-nosotros para siempre.
Dejarse reconciliar por Dios . El sacramento de la reconciliación
En numerosas ocasiones, no ha sido fuente de paz y de alegría, sino de escrúpulos y hasta de tortura interior.
El miedo a molestar : ¿delicadeza o egoismo?
El verdadero profeta, por ejemplo, está siempre entre dos fuegos. Habla a los hombre en favor de Dios; y habla a Dios en favor de los hombres.
Un Instituto de vida consagrada es una verdadera comunidad.
Una comunidad de vida-misión.
La ambición en la vida religiosa: el vicio más ‘envivionero’
Cuando no se está centrado en lo esencial, la ambición puede llegar a extremos no sólo perniciosos, sino también ridículos y hasta grotescos.
El verdadero carisma: ni solo para la persona, ni solo para la comunidad.
El carisma es un don especial de gracia, concedido por el Espíritu Santo.