Pablo VI, hablando de la obediencia religiosa, señala lo que podríamos llamar tres excepciones a la misma obediencia.
Autor
Severino-María Alonso, cmf.
Espíritu de infancia o infancia espiritual
La infancia espiritual, en el sentido de Jesucristo, es lo mismo que la madurez cristiana.
El diálogo ¿moda o actualidad?
¿Hay que hacer las cosas porque están mandadas, o están mandadas porque hay que hacerlas?
«TÚ LO SABES TODO» (Jn 21, 17).
Saberse conocido por Jesús y saberse amado por él, en igual medida y de forma absolutamente personal e inconfundible, es fuente inagotable de gozo y, a la vez, de exigencia.
CASTIDAD-SOLTERÍA-CELIBATO-VIRGINIDAD
Tal vez sería oportuno, para evitar lamentables y frecuentes confusiones, precisar la significación de algunas palabras que, muchas veces, se toman como sinónimas.
Algunas ‘características’ de la actual sociedad y del hombre ‘postmoderno’
La permanente situación de cambio, en que se halla el mundo actual, se expresa en cambios profundos, acelerados y universales (cf GS 4-9), que suponen una verdadera transformación social y cultural, y que afectan grandemente a la vida religiosa, y que han de tenerse muy en cuenta en todo el proceso de su renovación-adaptación.
Mi raíz es Cristo
Jesús no defrauda nunca. Muy al contrario, cuanto más se le conoce y se le trata, cuanto más se cree en su Amor y se le ama.
María, maestra de seguimiento incondicional
Es la perfecta cristiana, la seguidora y discípula de su Hijo. Por eso, se convierte, para todos, en modelo y principio activo de seguimiento evangélico, de fe y de docilidad.
La persona y la ‘personalidad’ de Jesús
Jesús es la personificación de la libertad, de la nobleza, del equilibrio y, sobre todo, del Amor.
LA PRAXIS DE LA VIDA COMUNITARIA
La praxis de la vida comunitaria consiste en ir entretejiendo, sin desfallecimiento y sin descanso, una red de relaciones interpersonales, cada día más profundas, que mantengan a las personas en mutua abertura y en mutua comunión.
Hacia lo más esencial
Sobre todas las formas de vida consagrada, sigue pesando todavía un excesivo juridicismo, que ahoga a veces los mejores impulsos del espíritu.