Del amor que Dios nos tiene, brota nuestra misma capacidad de amarle, es decir, al amarnos, Dios nos capacita para amar.

Del amor que Dios nos tiene, brota nuestra misma capacidad de amarle, es decir, al amarnos, Dios nos capacita para amar.
Tres dimensiones, que -integrando un mismo ‘misterio- están ordenadamente subordinadas y, por tanto, no tienen la misma importancia ni idéntico valor.
Todas las numerosas visitas salvadoras de Dios a su Pueblo culminan en la grande y definitiva Visita que se llama Jesús, que es el Emmanuel, el Dios-con-nosotros para siempre.
La pobreza, el pobre, es un tema fundamental de continuidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento y, quizás, la línea más pura y genuina de su espiritualidad.
Un amigo fiel es seguro refugio. El que lo encuentra ha hallado un tesoro. El amigo fiel no tiene precio, no hay peso que mida su valor.
La virginidad es una realidad viva y dinámica, que exige un permanente cultivo para que vaya desarrollándose y creciendo ininterrumpidamente.
Una comunidad de vida-misión.
Cuando no se está centrado en lo esencial, la ambición puede llegar a extremos no sólo perniciosos, sino también ridículos y hasta grotescos.
El carisma es un don especial de gracia, concedido por el Espíritu Santo.
La fe cristiana es, ante todo, un don, un regalo inmerecido y gratuito. Un don que, por la benevolencia de Dios, se ofrece a todos, pero que no se impone a nadie.
Las palabras han dejado ya de ser, muchas veces, instrumentos de comunión y de comunicación entre los hombres, y se han convertido, con frecuencia, en medios especialmente aptos para el engaño y hasta para el chantaje.