Carta abierta a religiosas y religiosos de la Iglesia que vive en la Diáspora.

Carta abierta a religiosas y religiosos de la Iglesia que vive en la Diáspora.
No agobia nunca al hombre ni le oprime bajo su dominio. Al contrario, le libera de toda forma de esclavitud y de opresión.
Salvarse es tener inscrito el nombre en el libro de la vida. Borrar el nombre de ese libro equivale, en el lenguaje bíblico, a condenarse, que es perderse para siempre.
Bienaventurados el que ama como ama Dios, porque será amado como es amado el mismo Dios.
La perfección cristiana consiste en la misericordia, es decir en amar como ama Dios, con amor gratuito, personal y entrañable.
En hebreo, existen, fundamentalmente, tres palabras para expresar lo que, en sentido bíblico, se entiende por misericordia.
Por vez primera se celebró un Concilio no para condenar herejías, sino para exponer la verdad cristiana.
Dios nos pensó y eligió en la Persona de Cristo para que fuéramos de verdad hijos suyos.
Carta abierta a religiosas y religiosos de la Iglesia que vive en la Diáspora.
No agobia nunca al hombre ni le oprime bajo su dominio. Al contrario, le libera de toda forma de esclavitud y de opresión.
Salvarse es tener inscrito el nombre en el libro de la vida. Borrar el nombre de ese libro equivale, en el lenguaje bíblico, a condenarse, que es perderse para siempre.