Él me ha hecho Iglesia en el Bautismo, me ha fortalecido para el testimonio en la Confirmación, hace posible con su virtud la transformación de los dones eucarísticos en los cuales se me da Cristo mismo, Él borra mis pecados, me ha instituido ministro en
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espiriitu santo
Regalo hecho persona
Es el regalo, la vida hecha don, es la gratuidad hecha persona frente a todos los esquemas sacrificiales de la vida
Imágenes femeninas
Leo en el anuncio reciente de un whisky: «La acción está allí donde estás tú». Puede que resulte Irreverente, pero mi experiencia del Espíritu coincide bastante con esa afirmación
Invoco al Padre como Abbá
Hoy, el Espíritu me empuja a no replegarme aduciendo a senescencia incoada o escándalo ante la incapacidad que encuentro en la Iglesia para mantener la línea del Vaticano II. Acepto pues la misión, el «salir hacia» permanente del Éxodo; me pongo de nuevo
La paradójica ruah divina
Así me he encontrado yo a menudo, buscadora de palabra con la que expresar no sólo mí experiencia «pneumática», sino las experiencias de quienes en las Escrituras, en la historia de mis antepasadas y antepasados, y en la actualidad, intuyeron el paso de l
Con la misma vida del Padre
Como del tiempo dijera san Agustín, si no me lo preguntas, sé quién es; pero si me lo preguntas, no sé qué decir.
Oración de Simeón, el nuevo teólogo
Ven, luz verdadera.
Ven, vida eterna.
Credo, Biblia y experiencia
Él me ha hecho Iglesia en el Bautismo, me ha fortalecido para el testimonio en la Confirmación, hace posible con su virtud la transformación de los dones eucarísticos en los cuales se me da Cristo mismo, Él borra mis pecados, me ha instituido ministro en
Regalo hecho persona
Es el regalo, la vida hecha don, es la gratuidad hecha persona frente a todos los esquemas sacrificiales de la vida
Imágenes femeninas
Leo en el anuncio reciente de un whisky: «La acción está allí donde estás tú». Puede que resulte Irreverente, pero mi experiencia del Espíritu coincide bastante con esa afirmación
Invoco al Padre como Abbá
Hoy, el Espíritu me empuja a no replegarme aduciendo a senescencia incoada o escándalo ante la incapacidad que encuentro en la Iglesia para mantener la línea del Vaticano II. Acepto pues la misión, el «salir hacia» permanente del Éxodo; me pongo de nuevo