Vivimos en la sociedad de la información. Estamos “enredados” en múltiples redes sociales. Transmitimos muchos mensajes. Recibimos muchos mensajes. Resulta sorprendente y patética la imagen de un grupo de personas sentadas alrededor de una mesa y cada uno comunicándose a distancia mediante el móvil. Vivimos inundados de información, tanta que es imposible de digerir mínimamente. Además se trata de informaciones parcializadas, interesadas; nos trasmiten visiones subjetivas de la realidad.
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matrimonio
¿Cuánto dura el amor matrimonial?
De entrada, parece ser una pregunta impertinente. Naturalmente que dura para toda la vida. “te quiero a ti, me entrego a ti me comprometo contigo…. todos los días de mi vida”. En la entraña del amor conyugal reside la totalidad de la vida y de su tiempo.
Dejar padre y madre
Es un buen ejercicio. Se trata de ir creciendo en intimidad y en responsabilidad al mismo tiempo, sea en una relación conyugal, de amistad, de fraternidad. La construcción de cualquiera de estas relaciones requiere “trabajo fino”. Cada uno somos los gestores de nuestra vida. Cada uno somos responsables de gestionar nuestras necesidades humanas relacionales.
Permiso perdón gracias
Las tres palabras. Son tres palabras de tres y cuatro sílabas. Pero valen un mundo. No por sí mismas. Valen cuando caracterizan comportamientos dentro de una relación. Sobre todo si se trata de una relación conyugal. El Papa Francisco lo recuerda con frecuencia.
Girasol y caracol
Palabras que riman. Realidades que difieren. Símbolos que se contraponen. Al caracol se mueve despacio sobre sí mismo y con la casa a cuestas; el girasol se mueve siguiendo la luz y del calor; se activa por la mañana al aparecer el sol en el horizonte.
FIDELIDAD, ¿a qué y a quién?
En la vida y práctica pastoral nos encontramos hoy día con situaciones difíciles de orientar. Parecen situaciones sin salida. Desde la perspectiva doctrinal se plantean como un conflicto entre la fidelidad de Dios y su misericordia.
Babel y Pentecostés
Vivimos en la sociedad de la información. Estamos “enredados” en múltiples redes sociales. Transmitimos muchos mensajes. Recibimos muchos mensajes. Resulta sorprendente y patética la imagen de un grupo de personas sentadas alrededor de una mesa y cada uno comunicándose a distancia mediante el móvil. Vivimos inundados de información, tanta que es imposible de digerir mínimamente. Además se trata de informaciones parcializadas, interesadas; nos trasmiten visiones subjetivas de la realidad.
¿Cuánto dura el amor matrimonial?
De entrada, parece ser una pregunta impertinente. Naturalmente que dura para toda la vida. “te quiero a ti, me entrego a ti me comprometo contigo…. todos los días de mi vida”. En la entraña del amor conyugal reside la totalidad de la vida y de su tiempo.
Dejar padre y madre
Es un buen ejercicio. Se trata de ir creciendo en intimidad y en responsabilidad al mismo tiempo, sea en una relación conyugal, de amistad, de fraternidad. La construcción de cualquiera de estas relaciones requiere “trabajo fino”. Cada uno somos los gestores de nuestra vida. Cada uno somos responsables de gestionar nuestras necesidades humanas relacionales.
Permiso perdón gracias
Las tres palabras. Son tres palabras de tres y cuatro sílabas. Pero valen un mundo. No por sí mismas. Valen cuando caracterizan comportamientos dentro de una relación. Sobre todo si se trata de una relación conyugal. El Papa Francisco lo recuerda con frecuencia.
Girasol y caracol
Palabras que riman. Realidades que difieren. Símbolos que se contraponen. Al caracol se mueve despacio sobre sí mismo y con la casa a cuestas; el girasol se mueve siguiendo la luz y del calor; se activa por la mañana al aparecer el sol en el horizonte.