En la relación matrimonial es habitual decir: “te quiero”.

En la relación matrimonial es habitual decir: “te quiero”.
Se pueden señalar más; la pluralidad real de los matrimonios implica diferentes etapas en su evolución.
La relación de pareja es una forma de realización personal. Pero tiene su lógica propia.
Hay cuatro palabras que expresan cómo se funda la alianza de amor conyugal.
El sentimiento más noble de la vida humana se está trasformando también en nuestra sociedad. Da la impresión de que ha dejado de ser duradero.
Los ojos enamorados no se limitan a la visión de la persona amada; se extienden y trasfiguran la realidad entera.
“La misión de mi vida es hacerte feliz”. Expresiones como ésta suelen utilizarse en declaraciones de amor. Al menos en las películas de amor. Está dentro del arrobamiento que implica la experiencia de enamoramiento. Puede ser que en tiempos posmodernos esta pretensión tenga una reminiscencia demasiado romántica. Puede ser que no conmueva a los jóvenes actuales.
Hemos pasado de una familia con forma de mesa camilla a una familia con forma de sofá alargado frente a una gran pantalla.
Existen en la vida matrimonial, como en la vida célibe, múltiples esperas cotidianas.
Todos reconocen que el género es una construcción social. Lo que implica ser de género masculino o femenino se ha construido culturalmente.
Hay quien espera del cónyuge nada menos que la felicidad; se casa para ser feliz.