Ahora ya no solo se celebra la despedida de soltero; ahora celebramos ya las despedidas de casados.

Ahora ya no solo se celebra la despedida de soltero; ahora celebramos ya las despedidas de casados.
Se nos insiste a los pastores y a los fieles que suframos y amemos junto con las personas interesadas, debemos ofrecer una ayuda fundada conjuntamente en la verdad y en el amor.
Su situación las excluye de la plena comunión eucarística. Esto es una fuente de sufrimiento para muchos que se sienten rechazados.
Éste es un asunto complejo. Tiene una viva vertiente humana. Y una no menos viva dimensión eclesial.
Aparentemente todo es igual: hasta las invitaciones y el banquete, los vestidos.
Aparentemente todo es igual: hasta las invitaciones y el banquete, los vestidos.
Propongo algunas reflexiones sobre los argumentos del magisterio que determinan el estado de la cuestión.
Quiero redactar una reflexión que pueda ser útil a la hora de situarse ante el próximo tiempo de verano.
En una cultura bastante emocional como la nuestra suena bien la palabra ternura.
Conozco muchos matrimonios que siguen escribiéndose cartas de amor a lo largo de su vida, se escriben una cada día.
En la relación matrimonial es habitual decir: “te quiero”.