La celebración de la fiesta litúrgica de la sagrada familia solía pasar bastante desapercibido. Entre Navidad y Año Nuevo la fiesta quedaba aprisionada como un bocadillo.

La celebración de la fiesta litúrgica de la sagrada familia solía pasar bastante desapercibido. Entre Navidad y Año Nuevo la fiesta quedaba aprisionada como un bocadillo.
La relación conyugal es un camino que está hecha de sentimiento y pasión; de fascinación y decisión. Es un camino creciente de fidelidad, fecundidad y felicidad.
Aparentemente todo es igual: hasta las invitaciones y el banquete, los vestidos.
El matrimonio es escuela de amor, y escuela de donación. No crece el amor sin la renuncia a actitudes narcisistas.
En la comunidad de los creyentes en Cristo descubrimos que esa experiencia de amor conyugal, que se expresa en la convivencia y el caminar diario, es lo que más se parece al amor intenso y fiel con que Cristo ama su Iglesia…
Un sacramento es un signo, es una experiencia que se recuerda, una presencia que se celebra.
La fidelidad entre un hombre y una mujer siempre estará amasada con el cemento de la decisión de amar.