Si la conciencia, que es fundamentalmente ‘mirada silenciosa’, no trasciende las palabras y los ritos, todo quedará sin fundamento y será verdad que quien comenzó a edificar no pudo terminar (Lc 10,40).

Si la conciencia, que es fundamentalmente ‘mirada silenciosa’, no trasciende las palabras y los ritos, todo quedará sin fundamento y será verdad que quien comenzó a edificar no pudo terminar (Lc 10,40).
Algunas razones por las que oramos, que a la vez son contenido y método de nuestra oración. Para formarse… y para rezar con ellas.
Dios ha decidido contar con nosotros para llevar adelante su tarea en favor de los hombres
Practicados correctamente, irradian salud y bienestar al mundo, no desdén ni desprecio.
Señor, el que amas está enfermo, y tú vas a curarlo porque eres el médico y la medicina de Dios. Por eso te damos gracias. Sólo tú posees el secreto de la salud y de la vida.
Una bella y sencilla oración para recitar antes de la ‘Lectio Divina’
Hay una buena razón por la que espontáneamente nos sentimos incómodos frente a gestos patentes de intimidad que pretenden realmente expresar emoción personal.
En todas partes se nos advierte sobre los peligros de hacer algo simplemente porque es un deber, que hay algo que va mal cuando los movimientos del amor, oración o servicio se vuelven rutinarios. ¿Por qué hacer algo si no tienes puesto en ello tu corazón?
La aparente ineficacia de la oración; la aparente falta de resultados pueden provocar tu angustia y desánimo. Tú quieres ver algo; quieres sentir algo. Pero, no ves ni sientes nada.
Si la conciencia, que es fundamentalmente ‘mirada silenciosa’, no trasciende las palabras y los ritos, todo quedará sin fundamento y será verdad que quien comenzó a edificar no pudo terminar (Lc 10,40).
Algunas razones por las que oramos, que a la vez son contenido y método de nuestra oración. Para formarse… y para rezar con ellas.