Un grupo de jóvenes peruanos comparten, en un video, sus motivos para vivir la Semana Santa.
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Vía Crucis de la solidaridad
ecesitamos aprender a ser granos de trigo, semillas que sepan sepultarse para dar el fruto del servicio, de la fraternidad, de la solidaridad, del nuevo mundo que soñamos.
Del gemido al salmo: oración y grito
El sufrimiento nos pone en diálogo con nosotros mismos y con Dios. Lo que primero vivimos como dolor, miedo y gemido, se torna para el creyente en oración, comprometiendo así en el sufrimiento al mismo Dios.
SOBRE LAS TINIEBLAS DE LOS CORAZONES BRILLA SU LUZ
Meditaciones para la noche del Sábado Santo
VIA CRUCIS: Pasión y muerte de Jesucristo
¿En qué Dios cree nuestro vivir de cada día? La pasión y muerte de Jesús desnuda el corazón del que dice que cree en Jesús como su Salvador y su Señor. A ello se nos invita aquí
Dios el anti-mal
Ante el sufrimiento humano siempre surse la presunta sobre el papel que juega Dios ante esta situación. ¿Podemos hablar de un Dios sádico o más bien de un Dios benévolo y misericordioso? A estas y otras preguntas quiere responder este artículo
Meditaciones del Vía Crucis del Viernes Santo en el Coliseo – 2009
Redactadas por monseñor Thomas Menamparampil, SDB, arzobispo de Guwahati, región de la India en la que la Iglesia ha sufrido en el último año la persecución religiosa
¿Por qué participar en la Semana Santa?
Un grupo de jóvenes peruanos comparten, en un video, sus motivos para vivir la Semana Santa.
Vía Crucis de la solidaridad
ecesitamos aprender a ser granos de trigo, semillas que sepan sepultarse para dar el fruto del servicio, de la fraternidad, de la solidaridad, del nuevo mundo que soñamos.
Del gemido al salmo: oración y grito
El sufrimiento nos pone en diálogo con nosotros mismos y con Dios. Lo que primero vivimos como dolor, miedo y gemido, se torna para el creyente en oración, comprometiendo así en el sufrimiento al mismo Dios.
SOBRE LAS TINIEBLAS DE LOS CORAZONES BRILLA SU LUZ
Meditaciones para la noche del Sábado Santo
San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María
Mateo 1, 16. 18-21. 24a.- José hizo lo que le había mandado el ángel del Señor
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