Nadie nos debe nada.La contabilidad más adecuada consiste en cancelar toda deuda, como Dios ha perdonado nuestra deuda.

Nadie nos debe nada.La contabilidad más adecuada consiste en cancelar toda deuda, como Dios ha perdonado nuestra deuda.
Cuando nos dirigimos al Padre del cielo, ¿somos plenamente conscientes de las deudas contraídas con él?; ¡…si nos condonara esas deudas…!
Las riquezas que arrancamos del fondo del lago tienen una finalidad sublime: ayudar a nuestros hermanos.
El ser humano necesita el pan para vivir; y algo más: tender el oído hacia Dios, aceptar su palabra e incluso comerla.
Las riquezas de los magos se convierten en don-regalo hecho a un pobre perseguido, acechado por la muerte ya desde la cuna.
No voy a hablar de la pobreza o de la riqueza en sí, sino de la pobreza o de la riqueza de los religiosos.
El evangelista Mateo también conoce el dinero de los impuestos y toma postura ante él.
Es posible que nuestra vida, pese a nuestro voto de pobreza, se muestre titubeante: ¿a qué altar acudir?
Nadie nos debe nada.La contabilidad más adecuada consiste en cancelar toda deuda, como Dios ha perdonado nuestra deuda.
Cuando nos dirigimos al Padre del cielo, ¿somos plenamente conscientes de las deudas contraídas con él?; ¡…si nos condonara esas deudas…!
Las riquezas que arrancamos del fondo del lago tienen una finalidad sublime: ayudar a nuestros hermanos.