Comentario al Evangelio del 6 de junio de 2024
Se le acerca a Jesús uno de un maestro de la ley abierto, sincero, humilde, preguntando qué es lo más importante, cuál es el mandamiento primero. La pregunta que le hace le da a Jesús la oportunidad de proclamar el mandamiento principal de la Alianza.
Jesús resume todo en el amor a Dios y al prójimo. Eso nos libera de muchas complicaciones y nos vuelve a lo esencial, nos devuelve la alegría El maestro de la ley entendió muy bien que más importante que los ritos y sacrificios del templo era el amor a Dios y al prójimo. Jesús, lo felicita, no dice más cosas.
Pero lo que propone Jesús no es un amor pequeño, superficial, “líquido”, débil, pasajero. Pide amar a Dios con todo nuestro ser y a cada hermano como nos amamos a nosotros mismos. Y eso no es cuestión de palabras.
No podremos amar al prójimo sin amar a Dios, ni pretender amar a Dios sin amar al prójimo. Las dos caras de la misma realidad. Hoy lo experimentaremos si presentamos este amor con rostros concretos.
Cordialmente
Salvador León, cmf