Comentario al Evangelio del día 12 de septiembre de 2024
Querido amigo/a:
A san Pablo, los Corintios le consultan muchas cosas, como venimos observando a lo largo de la lectio continua. Hoy le preguntan sobre los ídolos, pues antes de su conversión muchos asistían a banquetes en honor de dioses paganos donde se comía carne inmolada a estos dioses. Ahora son cristianos y no saben si puede asistir a estos banquetes. San Pablo les va a recordar más adelante que existe un banquete por excelencia que es la Eucaristía, en la que el propio Cristo se ofrece a nosotros con su carne para que tengamos vida en Él.
Sin embargo, aunque también nosotros hoy caemos en la adoración de algunos ídolos, comulgando a veces con sus ideologías y mentalidades, el Evangelio, después de las Bienaventuranzas de ayer, nos recuerda lo esencial de nuestra fe para que no se nos olvide: “amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian, al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra, al que te quite la capa, déjale también la túnica…” Total nada, vaya programita de vida para comenzar el curso.
Entre todas las frases de Jesús que hoy meditamos, hay una que me llega muy dentro: “Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis?” Qué razón tiene, pero qué difícil es. Por eso se me ocurre rezar con la última estrofa del salmo 138 de hoy para que el Señor nos ayude a llevarlo a la práctica: “Señor, sondéame y conoce mi corazón, ponme a prueba y conoce mis sentimientos, mira si mi camino se desvía, guíame por el camino eterno”.
Vuestro hermano en la fe:
Juan Lozano, cmf.