Comentario al Evangelio del día 21 de Noviembre de 2024

Fecha

21 Nov 2024
Finalizdo!

Los orígenes de esta fiesta están en uno de los evangelios apócrifos, que cuenta que habría sido presentada en el Templo de Jerusalén cuando tenía 3 años. No sabemos si realmente sucedió pero hay un dato en la mayoría de las representaciones que se han hecho de este hecho a lo largo de la historia que nos puede servir para reflexionar y meditar en este día.

En muchas de esas representaciones aparece María. Está ya en el Templo. Ha ido acompañada por sus padres, como es natural. Pero en el último tramo, se le ve a María, sola, subiendo una escalinata en la que al final le espera el Sumo Sacerdote. Sus padres se han quedado a la base de la escalinata. Ella va subiendo sola. Es toda una imagen de cómo en la vida, tenemos personas que nos acompañan, nos guían y nos ayudan. Pero, al final, tenemos que ser cada uno de nosotros los que tomemos las riendas de nuestra vida y hagamos el camino que nadie puede hacer por nosotros.

Lo que se nos cuenta de María en el Evangelio va en esta línea. La madre de Jesús va haciendo camino y guardando todas las cosas que iba viviendo con Jesús en su corazón. Quizá no las entendía todas. Pero sabía que todas eran fruto de la gracia. María pasó por la cruz, el momento supremo del no entender, pero también vivido como momento de gracia (eso sí es la verdadera sabiduría) y guardado en su corazón. Hasta llegar a la resurrección y su participación en la nueva comunidad, la nueva familia, de los discípulos de Jesús. Todos esos escalones los tuvo que subir sola, apoyada en su y en su confianza en Dios. Sabiendo que, aunque no entendiese nada, todo era gracia, todo era fruto del amor de Dios que iba actuando su plan de salvación para el mundo, para todos los hombres y mujeres.

También nosotros podemos y debemos aprender a caminar solos, siguiendo el Evangelio, sin necesidad de apoyarnos en gurús, profetas, papas o sacerdotes. Todo esto es accidental. Lo que queda siempre es la invitación de Jesús a seguirle, a anunciar la buena nueva. Y ese camino de fidelidad, al final, lo tenemos que hacer en soledad.

Fernando Torres, cmf