Comentario al Evangelio del día 4 de septiembre de 2024

Fecha

04 Sep 2024

Se recibe para dar

Sólo una vez aparece en el Evangelio esta mujer, la suegra de Pedro. Pedro, sin duda, tenía el deber de respetar y proteger a su suegra (que se supone era viuda, porque si no viviría con su esposo…) Pero esta suegrita debía ser bastante extraordinaria. Porque lo extraordinario es que se levante de una enfermedad (debía ser grave porque, al requerir la acción de Jesús, no sería un resfriado pasajero), y empieza a servir. El don recibido enseguida entra en acción de servicio. Es mujer extraordinaria porque lo más común hubiera sido tener unos días de convalecencia. Pero el agradecimiento es motor de acción. Es señal de desinterés y falta de egoísmo. Es reconocimiento humilde de lo recibido.

Lo mismo hacen quienes son liberados de sus demonios. Lo primero es proclamar el poder de Cristo. También se podían haber tomado unas vacaciones después de tanto sufrimiento al estar poseídos. Pero saben que no se han salvado por sí mismos, sino por el Hijo de Dios. El don se recibe con un fin. No es para desperdiciarlo.

Hemos recibido muchos dones de Dios. La cuestión es, primero, reconocerlos y luego saber qué hacemos con ellos. Cuando se nos hace un regalo, normalmente lo guardamos o lo exhibimos para celebrar el buen gusto o la bondad de quien nos lo dio. No se lo regalamos a otro, porque eso sería un insulto al donante. Pero, en el caso de la gracia, su esencia es seguir dando gracia. El donante, Dios mismo, da gratuitamente para que se dé gratuitamente. La gracia es una fuente que no se debe cortar. Recibir una gracia, una curación, una liberación de algo, es energía para el servicio. Negarse a entregarlo supone perderlo. Si se ha recibido, por ejemplo, el don de la generosidad o el espíritu de servicio, al no practicarlo, se agostaría. La suegra de Pedro no recibe la curación para seguir prostrada, como si siguiera enferma, porque entonces acabaría ciertamente gravemente enferma o muerta; recibe el don para que su salud beneficie a todos los de su alrededor. Lo mismo ocurre con todos los dones.

Cármen Aguinaco

Print Friendly, PDF & Email
¡No hay eventos!
Radio Palabra

God Gossip