Comentario al Evangelio del día 9 de mayo de 2024

Fecha

09 May 2024
Finalizdo!

Querido amigo/a:

“Permanecer” es un verbo que parece difícil conjugar con el estilo de vida contemporáneo. ¿Se puede permanecer en un trabajo durante mucho tiempo? ¿Permanece contra viento y marea una relación de amistad? ¿Puede permanecer una promesa dada frente a las adversidades? ¿Permanecen los compromisos políticos con el electorado sobre los intereses partidistas? ¿Permanece el “si, te quiero” para siempre? ¿O todo depende? Necesitamos “permanecer” en medio del viaje de nuestra existencia, porque la permanencia nos da estabilidad, seguridad y confianza.

En la primera lectura de los Hechos, Pablo permanece en su empeño por evangelizar, a pesar de las dificultades. Se establece en Corinto, en casa de Áquila y Priscila y “todos los sábados discutía en la sinagoga, esforzándose por convencer a judíos y griegos”. Nos sigue diciendo el libro de los Hechos: “como ellos se oponían y respondían con blasfemias, Pablo sacudió sus vestidos y les dijo: -vuestra sangre recaiga sobre vuestra cabeza. Yo soy inocente y desde ahora me voy con los gentiles-”. En esa permanencia en su empeño evangelizador, no tira la toalla, sino que cambia de estrategia y vemos como conseguirá la conversión del jefe de la sinagoga y de otros muchos corintios, gracias a su empeño.

La confianza, la insistencia, la permanencia son las claves para conseguir, como nos dice Jesús en el Evangelio de hoy que “nuestra tristeza se convierta en alegría”. No nos dejemos llevar por las primeras impresiones o resultados si no son satisfactorios, permanece en tus mejores objetivos y empeños, pues es la clave para cosechar los buenos resultados.

Por qué no rezar hoy con esta petición a modo de mantra, “que nada me separe de tu amor Señor; quiero permanecer en Ti para que mi tristeza se transforme en gozo”.

Vuestro hermano en la fe:

Juan Lozano, cmf.

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