Comentario al Evangelio del Jueves 23 de Enero de 2025
En los días anteriores hemos visto que el enfrentamiento entre las autoridades religiosas y Jesús ha ido subiendo de nivel. Tanto que en el evangelio de ayer se decía al terminar que los fariseos se confabularon con los herodianos para acabar con Jesús. A tanto llegó el enfrentamiento que Jesús se tuvo que retirar de las ciudades y pueblos por los que iba a la orilla del mar, como dice el evangelio. Se entiende que es el mar de Galilea, un gran lago que atraviesa la región.
Pero si fariseos y herodianos se habían enfrentado con Jesús, y Jesús con ellos, el pueblo llano no entendía de esas discusiones sobre normas y leyes abstrusas. El pueblo lo único que entendía era que en Jesús se abría un camino a la esperanza para los que sufrían a causa de la enfermedad o los espíritus inmundos. Así que las gentes se dijeron que si Jesús no iba a pasar por sus ciudades y pueblos, ellos se acercarían a él. Tantos fueron y de tantas partes que los discípulos temieron que le fuera a estrujar el gentío.
Aquella gente sencilla no entendía más que lo que veía. Les importaba poco la ortodoxia de las leyes. Les importaba que con Jesús sus males, sus sufrimientos, sus dolores, podían llegar a su fin y tenían la oportunidad de comenzar una nueva vida. No es poco. ¿Qué nos hace falta para poder seguir adelante en el camino de la vida sino alguien que nos dé esperanza? A veces, no hace falta siquiera que se nos pasen milagrosamente los dolores o las dificultades. Basta con que recobremos a esperanza. Ni siquiera nos hace falta ver la luz a la salida del túnel. Es suficiente con que creamos firmemente que el túnel tiene salida, aunque no la veamos, Solo con eso ya nuestro caminar se hace más firme y somos más capaces de soportar los dolores del camino.
Es tiempo de mirar a Jesús, de levantar la cabeza y de volver a caminar llenos de fe., como hicieron todas aquellas gentes de que habla el evangelio. El cambio, el Reino, es posible. Tenemos que ser, como nos propone el lema de este año jubilar, “Peregrinos de la Esperanza”, aunque en medio del túnel no alcancemos todavía a ver la salida.
Fernando Torres, cmf