Comentario al Evangelio del jueves, 27 de octubre de 2022
Paulson Veliyannoor, CMF
El valor profético de Cristo
Jesús se niega a acobardarse ante las amenazas de Herodes, pues está totalmente centrado en su Padre y en la misión que le ha sido encomendada. Y sabe que nadie puede hacerle daño hasta que llegue la "hora". Esa confianza proviene de una confianza absoluta y radical en el amor de su Padre y en la sumisión a su voluntad. Pablo nos invita a enfrentarnos a los retos y peligros que nos rodean poniéndonos la armadura de Dios: de la verdad, la justicia, el celo, la fe, la salvación y la palabra de Dios. En otras palabras, la invitación de Pablo es a "revestirse de Cristo" (Rom 13:14) y "tener la mente de Cristo" (Fil 2: 5), lo que garantiza que vivamos y respondamos a los desafíos como él lo hizo. Esa armadura sólo la podemos recibir por la gracia de Dios; no podemos fabricarla por nuestra cuenta. Por eso, "reza en todo momento" para recibir el Espíritu de Cristo. Es en la oración donde crecemos a imagen y semejanza de Cristo.