Comentario al Evangelio del lunes, 3 de enero de 2022
Paulson Veliyannoor, CMF
"Somos hijos de Dios, pero todavía no se ha mostrado lo que seremos”
La afirmación del apóstol Juan es emocionante y tranquilizadora. Sabemos que somos hijos de Dios, gracias al singular amor que el Padre nos tiene. Pero parece ser sólo el comienzo. Dios promete llevarnos más lejos, pues Juan nos dice que llegaremos a ser algo más a medida que nuestra vida evolucione y Cristo aparezca en su gloria. ¿Qué podría ser eso? Todavía no se muestra, pero los dos Juan –el Apóstol y el Bautista– nos dan más de una pista: seremos como Cristo y veremos a Cristo tal como es, como el Cordero de Dios en el que no hay pecado y el que quita el pecado del mundo.
La mejor manera de prepararse para este apasionante destino es cooperar con la gracia que Dios nos ofrece y alejarnos del pecado, día a día. ¿Cómo puedo cooperar mejor con la gracia de Dios hoy?