Comentario al Evangelio del Martes 28 de Enero de 2025
Este relato se encuentra en los tres evangelios sinópticos (Mt 12,46-50; Mc 3,31-35; Lc 8,19-21). Lo que indica que las comunidades primitivas concedieron importancia a lo que aquí se quiere transmitir. Jesús ha venido como mediador de la reunión de los hijos e hijas de Dios para que el ¡Abbá! sea ¡Abbá! de todos.
Jesús no reconoce como familia suya a quienes no hacen la voluntad de su Padre Dios. Jesús no desprecia los vínculos de sangre, pero sí subraya que son insuficientes para formar parte de su nueva familia. María pertenece a la nueva familia de Jesús: es su madre y también su discípula. De ella tenemos que aprender a ser “madres, hermanos y hermanas” de Jesús en su nueva familia.
Todos los que buscan y hacen la voluntad de Dios forman parte de la gran familia de Dios. En los evangelios, cumplir “la voluntad de Dios” es anteponer a todo lo demás “el amor al Padre y al prójimo”. Unidos a Dios nos hacemos más hermanos. ¿Nos sentimos hermanados y comprometidos mutuamente? ¿Buscamos la voluntad de Dios sen nuestras vidas? En el Padre Nuestro no pedimos que nos ayude a hacer la voluntad de Dios, sino que esta voluntad se haga en nosotros. María nos da el ejemplo: “Hágase en mí, según tu Palabra”
Con gratitud
Salvador León, cmf