Comentario al Evangelio del miércoles, 2 de octubre de 2024

Fecha

02 Oct 2024
Finalizdo!

Las primera y segunda lecturas de la Liturgia de la Palabra de hoy se refieren directamente a los ángeles, también las Antífonas y las plegarias de la Liturgia Eucarística. En el Prefacio de los ángeles leemos: “Siendo ellos dignísimos de todo honor, tú eres inmenso y has de ser reconocido sobre todas las cosas, por Cristo Señor nuestro…”

Pensar que existen lo ángeles y que cada uno de nosotros es custodiado por uno de ellos lleva al asombro y la admiración. Aunque en el credo no se citan, afirmamos que Dios es creador de todo lo visible e invisible. Son invisibles, pero son si bien en ocasiones adquieren una forma humana o sobrehumana. Entonamos el Santo en la Misa uniéndonos a los innumerables coros de ángeles… De San Jerónimo, del que hacíamos memoria el lunes, es esta afirmación: “Grande es la dignidad de las almas cuando cada una de ellas, desde el momento de nacer, tiene un ángel destinado para su custodia”.

La presencia y la acción de los ángeles aparece muchas veces en el Antiguo Testamento y en el Nuevo. Fue testimoniada por una multitud de santos ¿La percibimos en nuestra vida diaria? ¿Somos conscientes y agradecidos por este don de Dios a los hombres? Jesús nos dice en el Evangelio de hoy: “Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro del mi Padre celestial”.

Es bueno que nos encomendemos a nuestro ángel de la guarda o a los “innumerables coros de ángeles”, pero no nos confundamos: nada tiene que ver la Palabra de Dios acerca de los ángeles con la moda actual en forma de objetos, libros, amuletos y absurdas devociones que osilan entre la idolatría y la superstición.

La creatividad comercial es muy hábil para vender “ángeles” de todos colores y sabores, en todo tipo de materiales y en cualquier formato: adornos, prendedores, pulseras, anillos, aretes… y hasta estampados en camisetas. Ángeles que también protagonizan películas o relatos impregnados de la tendencia “New Age” con su cortejo de astrología, espiritismo, esoterismo, magia, etc. Estas cosas no son cristianas, mantengámonos lejos de ellas. Adoremos a Dios Padre, su Hijo Jesucristo y al Espíritu Santo y demos gracias por su bondad y misericordia.

Virginia Fernández