Comentario al Evangelio del miércoles, 2 de noviembre de 2022
Paulson Veliyannoor, CMF
Las propias almas de Dios
La respuesta de las almas de la derecha al Rey es sorprendente: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber…?". ¡Qué ignorancia e inocencia tan desarmante! Y cuando el Rey les explicó a quién habían estado ayudando en realidad, su única respuesta podría haber sido de sorpresa y deleite: ¡una experiencia "aha"! ¿Qué nos dice esto? Que estos justos no tenían ni idea de que era el Señor a quien habían estado sirviendo cuando cuidaban de los pobres y los necesitados. No ayudaban porque "vieran" el rostro de Cristo en ellos; ni porque la Biblia o la Torá o el Corán les ordenaran hacerlo. Lo hacían simplemente porque les resultaba natural ayudar; porque su corazón estaba lleno de amor y simplemente se desbordaba hacia el prójimo.
Me pregunto si estas almas no estarían más cerca del trono de Dios, ya que compartían la verdadera naturaleza de Dios mismo.