Comentario al Evangelio del sábado, 2 de mayo de 2020
Alejandro Carbajo Olea, cmf
Queridos amigos paz y bien.
¡Qué sensación más conocida! Cuántas veces se oye eso de que seguir a Jesús “es duro”. Se ve que no es nuevo. Ya incluso en tiempos de Jesús. Y no lo dicen los de fuera, sino sus mismos discípulos. No son pocos los amigos que han dejado el Seminario, para tomar otros caminos. Compañeros de colegio, que no han vuelto a pisar una iglesia desde que terminaron los estudios…
Es la grandeza (o el problema) de la libertad. Es la elección personal de cada uno. De ahí la importancia de la pregunta de Jesús: “¿también vosotros queréis marcharos?” Cada uno elige su camino. Hace algún tiempo pudimos ver la última trilogía de “la guerra de las galaxias”. Nueve películas (tres series de tres) en las que, de alguna manera, podíamos ver el proceso de evolución de algunos de los protagonistas. Allí se habla de que existe “el lado oscuro de la fuerza”. El deseo de dominar a los demás, de adquirir un poder superior al de los otros. Y usarlo para el mal. No es difícil hacer un símil con nuestra fe, con la posibilidad de hacer el bien o hacer el mal a los demás. La lucha es intensa, algunos de los actores hasta el final no pueden decidirse, y siempre queda lugar para el arrepentimiento.
Es duro ser siempre bueno. A veces nos apetecerían unas vacaciones, para poder vivir como viven los demás, o hacer lo que hacen los otros. Es nuestra elección dejarse llevar por esa tentación. O no. Sabemos que con Jesús se puede ser feliz. Muchos de nosotros lo hemos sido, lo estamos siendo hoy. A pesar de la pandemia, a pesar de las dificultades. Porque ser feliz no significa no tener problemas. Ser feliz significa estar donde tienes que estar, y aceptarlo. Es hacer lo que hizo Jesús, que fue capaz de morir por nuestra salvación. Nosotros escuchamos la pregunta del Maestro, “¿también vosotros queréis marcharos?”, y tenemos que pensar la respuesta.
¿Crees y sabes que Cristo es el Santo de Dios? ¿Crees que Él es el que da la vida eterna? ¿Acudes a su Palabra, para salir adelante cuando el camino se hace cuesta arriba? Valen más los hechos que las buenas palabras. Ojalá que podamos demostrar que somos de los de Jesús, que no le abandonamos a las primeras de cambio, y que nos permite ser felices, a pesar de todos los pesares. Una de las frases de Anthony de Mello más citadas y recordadas nos puede ayudar: “la felicidad no puede depender de los acontecimientos. Es tu reacción ante los acontecimientos lo que te hace sufrir”.
Que la fe en Cristo y la respuesta afirmativa a su pregunta nos libre de nuestras parálisis y resucite nuestras zonas muertas. Así sea.
Vuestro hermano en la fe,
Alejandro. C.M.F.