Comentario al Evangelio del Sábado 21 de Diciembre de 2024
El Evangelio de hoy pertenece a lo que se ha dado en llamar los evangelios de la infancia. También se podrían llamar el prólogo que ponen los evangelistas Mateo y Lucas a la historia de Jesús. Y, como todo buen prologo, se presenta al personaje y se plantean las ideas fundamentales que luego se van a desarrollar en el libro. En nuestro cosa los elementos que van a ser más característicos de la vida del personaje protagonista del libro.
Por eso me parece que este relato de la visita de María, ya embarazada de Jesús a su prima Isabel no es un relato inocente que cuenta esa visita de una prima a otra, curiosamente las dos embarazadas, como quien cuenta la visita que hace una familiar a otra. Nos quiere decir algo más que eso.
La interpretación más tradicional que se ha hecho de esta visita es que María, al conocer por el ángel la noticia de que su primera está embarazada corre aprisa para ayudarla en todo lo que sea necesario. Se solía apuntar que al estar Isabel ya entrada en años necesitaría más ayuda en esos momentos. De ahí la presencia y la mano generosa de María cerca de su prima. Pero creo que hay algo más.
Esta visita me hace pensar en Jesús cuando dice, ya de adulto, que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y dar su vida en rescate por muchos. Me hace pensar en las muchas veces que Jesús se preocupa por las necesidades de los que se acercan a él. Me hace pensar en la última cena cuando Jesús se inclina para lavar los pies a sus discípulos. Y todo ello me hace pensar que Lucas nos está poniendo ya en María, la madre de Jesús, una dimensión que es fundamental en la vida de Jesús y que deberá ser fundamental en la vida de sus seguidores: ponerse al servicio de los demás. Ya María se pone al servicio de su prima necesitada de ayuda. Y así nos prepara para entender que la vida de Jesús va a ser un ponerse siempre al servicio de los demás: de los que tienen hambre, de los que sufren por cualquier causa. Jesús se va a poner en todo momento al lado de los más pobres y necesitados. Y ya en el prólogo lo vemos en la actitud de la misma María, que había entendido ya que el Mesías no venía para ser servido sino para servir.
Fernando Torres, cmf