Comentario al Evangelio del sábado, 4 de febrero de 2023
CR
Queridos amigos y amigas:
Vivimos en un mundo donde surgen todos los días nuevas ideas, nuevas doctrinas, nuevas modas…además se hace propaganda de todas ellas con gran fuerza y se transmiten a toda velocidad por los medios de comunicación. Todo esto hace que sea muy difícil profundizar en lo que nos rodea, y por ello estamos inmersos en una cultura de la superficialidad, todo pasa rápido, sin demasiado tiempo para pensar.
En la religión pasa lo mismo, nos vamos haciendo la nuestra propia, hacemos una religión subjetivista en la que lo importante es lo que me gusta y lo que no, lo que me interesa o no… Y a veces lo hacemos casi sin caer en cuenta de ello.
Jesús se nos presenta como el verdadero Maestro, el Pastor, el que es capaz de guiar al desorientado, el que endereza al que está torcido, ilumina al que está a oscuras…
Quizá nosotros también debamos buscar sitios tranquilos y apartados donde podamos descansar de la velocidad y el estrés de nuestro mundo, para encontrarnos con Jesús y escuchar con calma sus enseñanzas, para después ser capaces de amar y de no reservarnos nada para nosotros.
También el evangelio de hoy nos hace reflexionar a todos porque todos tenemos alguna responsabilidad, somos padres, educadores, sacerdotes, obispos, hermanos, amigos…pidamos al Señor que nos ayude a cumplir estas responsabilidades intentando hacer siempre el bien, ayudándonos mutuamente y así todos podremos cumplir la voluntad del Señor y Él realizará en nosotros lo que es de su agrado.