Comentario al Evangelio del viernes, 20 de mayo de 2022
CR
Querido amigo/a:
Según hemos leído los dos últimos días en el libro de los Hechos los apóstoles van haciendo un proceso de discernimiento. En la lectura de hoy (Hch 15, 22-31), podemos decir que está el desenlace, la conclusión del discernimiento, que ya ayer se veía. Y el mensaje que se transmite a los paganos convertidos es el de “no imponer más cargas que las indispensables”.
Tuvieron que ser momentos difíciles, los de aquella comunidad, para ir desentrañando el condensado mensaje de Jesús, sobre todo entre quienes habían sido fieles a la ley de Moisés y tenían que entender y asumir la plenitud que Jesús quería dar a esa ley. Pablo fue afortunado con el impacto que recibió camino de Damasco, pero no todos tuvieron esa gracia. La mirada benévola sobre la responsabilidad y el discernimiento de esta primera comunidad, creo que nos puede ayudar a ser pacientes para construir Iglesia en nuestros días. Al mismo tiempo, nos puede animar a ser exigentes, recordando a quien no lo recuerde, que los apóstoles no “liaron pesados fardos” a quienes abrazaban la nueva fe y contribuían a la extensión del mensaje de Jesús, confiando en la salvación que llega por la gracia.
Quizá este discernimiento de los apóstoles estuvo alentado por el mandamiento del amor de Jesús. Jesús, que considera amigos a quienes conocen al Padre por Él. Jesús, que ha dado la vida por los amigos fuertes de Dios y por todos los hombres. No hay, ni habrá, amor más grande.