Liturgia Viva – Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia
María, Madre de la Iglesia
Oración Colecta
Dios, Padre de misericordia
cuyo Hijo unigénito, clavado en la cruz,
proclamó como Madre nuestra
a su propia Madre, María Santísima
concédenos, por su amorosa cooperación,
que tu Iglesia, siendo cada día más fecunda,
se regocije en la santidad de sus hijos
y atraiga a su seno a todas las familias de los pueblos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.
Oración de los fieles
Con la ayuda de María, nuestra Madre, oremos unidos a nuestro Padre del cielo para que nos mire con bondad a nosotros, sus siervos, y haga grandes cosas en nosotros. Digamos como respuesta R/ Señor, escucha a tu pueblo.
* Para que el Señor muestre su amor y su misericordia a todos los que se esfuerzan por servirle fielmente y perdonando a los que han faltado, tanto a él como a los hermanos, roguemos al Señor.
* Para que el Señor muestre su poder y defienda al pueblo humilde, tan a menudo humillado y pisoteado, y nos disponga a todos a respetarlo y amarlo, roguemos al Señor.
* Para que el Señor nos dé la voluntad y la fuerza de llevar a cabo su Palabra en nuestra vida, día a día, con decisión y alegría, roguemos al Señor.
* Para que el Señor nos haga conscientes de la pobreza de nuestro corazón, llenándolo de su bondad, de su acogida a las personas y de su cuidado y preocupación por los más pobres y necesitados, roguemos al Señor.
* Para que el Señor nos ayude a procurar que los hambrientos reciban alimento y disponga interiormente a todas las personas y a los poderosos de este mundo a compartir justamente con cada uno los bienes de la tierra, roguemos al Señor.
* Que el Señor acoja a todos nuestros seres queridos difuntos en la casa de la alegría eterna, roguemos al Señor.
Señor, Dios nuestro: En memoria de María, Madre de la Iglesia, te rogamos: llénanos de tus bienes, para que, con María, bendigamos tu nombre, por Jesucristo nuestro Señor.
Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, nuestras ofrendas
y conviértelas en sacramento de salvación,
por cuya eficacia y por tu amorosa intervención
y por la amorosa intervención
de la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia,
llénanos de santo fervor y haznos dignos de estar más íntimamente asociados a ella
más íntimamente asociados a ella en la obra de la redención.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Antífona de comunión
Hubo unas bodas en Caná de Galilea
a la que asistió María, la Madre de Jesús.
En aquella ocasión
Jesús comenzó sus milagros,
manifestó su poder
y sus discípulos creyeron en él.
Oración después de la comunión
Habiendo recibido esta prenda de redención y de vida
te suplicamos, Señor, que tu Iglesia,
por la protección maternal de la Santísima Virgen,
instruya a todas las naciones, anunciándoles el Evangelio
y llene el mundo entero con la efusión de tu Espíritu.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Nosotros, como Iglesia, estamos llamados a ser lo que María fue e hizo en la tierra: creer en los caminos y en la inspiración de Dios, incluso sin saber lo que nos depara el futuro, y estar abiertos a las necesidades de los demás, sirviendo a todos de todo corazón. Que Dios Todopoderoso os dé esta fuerza y os bendiga abundantemente: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.