Liturgia viva del Bienaventurada Virgen María del Rosario
NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DEL ROSARIO, Memoria
Introducción
Las primeras palabras del Ave María, tomadas de los saludos del ángel y de Isabel a María, indican el lugar de María en la Historia de la Salvación: Dios la escoge para entregar a Cristo al mundo. Por eso, en la devoción del rosario meditamos los misterios de Cristo, a los que se asoció la Virgen María. Con ella, nosotros también tenemos que colaborar a que la palabra de Dios se encarne en nosotros y, por medio de nosotros, en nuestros hermanos.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Según tu designio
Jesús, tu Palabra Viviente,
se hizo uno de nosotros
y tú lo diste al mundo
por medio de la Bienaventurada Virgen María.
Que, con ella, sepamos dar forma
a la palabra viva que es Jesús
haciéndole revivir en nosotros,
en nuestras palabras y obras,
y llevando al mundo su paz y esperanza,
su alegría y su perdón,
pues él es Señor y Salvador nuestro
que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
María, la Madre de Jesús, se puso a sí misma,
con todo lo que ella era y tenía,
al servicio de su Hijo.
Por medio de este pan y de este vino
nos entregamos a tu Hijo y a su misión.
Acepta nuestra ofrenda
y confírmanos en nuestro propósito
por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Tu Palabra se encarnó en María;
y tu Palabra se encarna entre nosotros
aquí y ahora en esta eucaristía.
Con la ayuda de las súplicas
de la mujer llena de gracia, la misma María,
haz que lleguemos a ser don gratuito de gracia
para todos los que nos encontremos en nuestro camino,
para que Cristo viva entre nosotros
ahora y por los siglos de los siglos.