Liturgia Viva del Feria de Adviento (23 de diciembre). San Juan Kety, presbítero
DIOS DA GRATUITA Y GRACIOSAMENTE
Liturgia de la Palabra
Primera Lectura: Mal 3,1-4 .23-24
Malaquías anticipa la misión de Elías, uno de los profetas del Antiguo Testamento que proclamó la inminencia del día del Señor, un día grande, un día de conversión.
Evangelio: Lc 1,57-66
De verdad “Dios da graciosamente”. Esto es precisamente lo que significa el nombre “Juan”, el Bautista, cuyo nacimiento se nos describe hoy. Él recibió el don de profecía para anunciar la llegada de nuestra liberación.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
En este tiempo de Adviento, tiempo de espera,
tú debes estar todavía esperándonos
para ver cómo respondemos a la venida de tu Hijo Jesús
en nuestros corazones y en nuestro mundo.
Haznos hombres y mujeres de esperanza,
no personas que viven románticamente del pasado
sino hombres y mujeres, jóvenes y niños
que queremos ver a Jesús nuestro Salvador
vivo y activo entre nosotros, en nuestro mundo,
y colaborar eficazmente en su misión de Salvación.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Oración de los Fieles
Te rogamos, Señor Dios nuestro, el don y la gracia de transformarlo en anuncio gozoso de Vida a nuestro alrededor. Y así te decimos: R/Que no tengamos miedo de anunciarte, Señor.
– Señor Jesús, otorga la gracia de la fe a los que siguen caminando a tientas en la oscuridad, buscando algo, o a alguien como tú, que dé sentido a sus vidas. Te rogamos.
– Señor Jesús, que seamos hacedores de paz en nuestras familias y comunidades, para que se extienda a nuestro pueblo y al mundo. Te rogamos.
– Señor Jesús, libéranos de toda cautividad material, psicológica o espiritual para poder anunciarte. Te rogamos.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Tú estás viniendo a nosotros constantemente
para renovarnos y mostrarnos tu amor gratuito.
Danos la gracia de estar atentos e ilusionados,
para seguir acogiendo a tu Hijo Jesucristo
aquí y ahora, como uno de nosotros,
viviendo en nosotros, activo en nosotros,
caminando con nosotros en nuestro viaje peregrino.
Que lo acojamos como a nuestro Señor y Salvador,
que nos conduce a ti, nuestro Dios vivo
ahora y por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Oh Dios, esperanza nuestra:
Cuando escuchamos la palabra de tu Hijo
Y nos sentamos a su mesa eucarística,
nos damos cuenta
de cuán sordos somos todavía, con frecuencia,
a su Palabra de vida y a su amor.
Danos la gracia de saber escucharlo
cuando llama a la puerta de nuestros corazones
y que le permitamos entrar
y hacernos mensajeros de su justicia y su paz,
porque él es nuestro Señor por los siglos de los siglos
Bendición
Hermanos: En el nacimiento de Juan el Bautista, su padre Zacarías alabó a Dios por darle un hijo a tan avanzada edad y un hijo que habría de hacer grandes cosas para Dios. Nosotros también damos gloria y alabanza por darnos, a pesar de nuestras imperfecciones, a su Hijo Jesús Y, con él, la gracia del perdón y de la vida. Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.