Liturgia viva del jueves de la vi semana del tiempo ordinario, feria
AVERSIÓN AL SUFRIMIENTO
Introducción
Evangelio. El evangelio de hoy nos dice que un día Jesús preguntó a sus discípulos quién pensaban que era él, y Pedro dijo: Tú eres el Cristo, es decir el Salvador prometido. Pero cuando Jesús les dijo que él salvaría a su pueblo por su sufrimiento y muerte antes de su resurrección, Pedro protestó. No podía aceptar la figura de un Señor sufriente. — A nosotros también nos es difícil aceptar el dolor y la contradicción. Nos quejamos y protestamos: "¿Por qué yo; por qué a mí?" Pero tenemos que aprender de Jesús que el dolor y la dificultad son parte de nuestra vida y, con frecuencia, son también el camino para la vida y la alegría. Personas que han sufrido por los otros comprenden bien lo que significa amar.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Con frecuencia nos resulta difícil aceptar
la dificultad y el sufrimiento
que salen a nuestro encuentro
causados por otros o a causa de otros.
Nos quejamos,
y sentimos sacudida nuestra confianza.
Ayúdanos a aceptar el sufrimiento
como parte de nuestra vida
y como una forma de crecimiento
y, si no entendemos su misterio,
ayúdanos al menos a soportarlo en beneficio de los otros,
como hizo Jesús, tu Hijo,
que vive contigo y con el Espíritu Santo,
un solo Dios por los siglos de los siglos.
Intenciones
Por la Iglesia, para que no se avergüence de predicar a Cristo crucificado y de ser humilde con él y como él, roguemos al Señor
Por los rezagados y atrasados en la vida, por los pequeños "que no cuentan", para que no sean pisoteados por los importantes y poderosos, roguemos al Señor.
Por los que no saben adaptarse a la vida, por aquellos cuyas ideas o conducta no compartimos, para que sepamos respetarlos y tengamos un corazón y un lugar para ellos, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
En esta eucaristía recordamos
el perdón y la vida que tu Hijo nos trajo
por medio del sufrimiento y la muerte.
Que sepamos seguirle
no solamente en su camino hacia la felicidad y la alegría,
sino también, cuando sea necesario,
en su camino hacia la cruz,
para que vivamos con él
por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Tú nos has dirigido en esta eucaristía
palabras de ánimo
y nos has fortalecido con el pan de vida de tu Hijo.
Qué él camine siempre con nosotros
en el viaje de la vida,
no solo en días de alegría
sino también en momentos dolorosos y oscuros:
como cuando nos duele el cuerpo por la enfermedad
o cuando nuestros corazones se sienten heridos;
y ayúdanos a otorgarnos, unos a otros,
consuelo y esperanza,
a causa de Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Pedro protestó contra el sufrimiento, que marcaría la vida y la muerte de Jesús, su acto salvador. — Nosotros también a veces protestamos por problemas y dolores que nos hacen sufrir. Sin embargo, somos seguidores de Cristo.
Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y les acompañe siempre.