Liturgia Viva del Jueves de la VII Semana de Pascua. San Bernardino de Siena, presbítero

Fecha

20 May 2021
Finalizdo!

¡QUE TODOS SEAN UNO!
(Hch 22,30; 23,6-11; Jn 17,20-26)

Introducción
    “Que todos sean uno… Que el amor con que tú me amas esté en ellos, para que yo esté en ellos”.  No hay quizás más fuerte testimonio cristiano   -así el mundo creería que Jesús es el enviado-  que el ver enlazados y unidos en un mismo amor a los que creen en Cristo, como fruto de la presencia viva del Espíritu Santo. Pero la trágica realidad es que los cristianos están divididos en muchas denominaciones y sectas. Incluso dentro de nuestra Iglesia hay diferentes grupos, normalmente personas de buena voluntad y llenas de buenas intenciones. Necesitamos fomentar el ecumenismo no sólo entre Iglesias, sino también al interior de nuestra misma Iglesia. ¿Acaso no mora en nosotros el amor con el que el Padre ha amado a su Hijo?

Oración Colecta
Oh Padre de nuestro Señor Jesucristo
y Padre también de todos:
Creemos en ti y sabemos que tú amaste a Jesús
con un amor profundo, confiado y eterno.
Que el Espíritu Santo derrame este amor
en los corazones de todos los que creemos en Jesús,
nuestro Pastor y Salvador.
Que este amor nos una en un lazo común
de comprensión y respeto mutuo
y nos disponga a vivir los unos para los otros
y a servirnos mutuamente como hermanos,
a causa de Jesucristo nuestro Señor.

Intenciones

  • Señor Jesús, para que en la tierra de Palestina, por cuyos caminos caminaste, los palestinos y los judíos lleguen a respetarse unos a  otros y ambos busquen sinceramente la paz, te rogamos:
  • Señor Jesús, para que, aun siendo diferentes en nuestros rostros y caracteres, el Espíritu Santo nos enlace a todos juntos en un solo amor, te rogamos:
  • Señor Jesús, para que, por difícil que sea,  el Espíritu Santo haga posible y real el que en nuestras comunidades haya un solo corazón y una sola alma, te rogamos:

Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Invitados por él,
nos reunimos en torno a la mesa de tu Hijo Jesús,
y nos preparamos para participar
en su banquete eucarístico.
Así como por el bautismo
nos ha unido como hermanas y hermanos suyos,
que el Espíritu Santos nos guarde unidos
en la vida de cada día.
Que él nos reúna juntos
en comunidades fuertes y comprometidas
en las que nos aceptemos unos a otros
a pesar de todas nuestras diferencias.
Únenos en el único amor
de Jesucristo nuestro Señor.

Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
El Salmista se regocija
cuando hermanos y hermanas
pueden vivir juntos en un mismo amor.
Te pedimos que esto se haga realidad entre nosotros,
que creemos en nuestro único Señor Jesucristo.
Que el testimonio más profundo de nuestra fe sea
el hecho de vivir los unos para los otros
en la misma unidad
que unió a tu Hijo Jesús contigo,
que eres nuestro Dios de vida y amor,
ahora y por los siglos de los siglos.

Bendición
Hermanos: Si nosotros somos realmente uno, ése es el mejor testimonio que podemos dar de Jesús, de que el Padre le envió, de que creemos realmente en él y de que él vive en nosotros. La división entre las Iglesias, así como la división y las peleas en nuestras comunidades, son un anti-testimonio de Cristo y de su evangelio. Que el Espíritu de Dios nos una en un sincero y verdadero amor.
Y para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.