Liturgia viva del jueves de la xi semana del tiempo ordinario, feria
ORACIÓN CONFIADA
Introducción
La lectura de hoy del Libro del Eclesiástico es un himno de alabanza en honor del fogoso profeta Elías.
Evangelio:
En las palabras de Jesús, Mateo nos da hoy una catequesis sobre la oración. La razón y base de nuestra oración no habría de ser, sola y simplemente, porque necesitamos conseguir algo de Dios. – Tampoco habríamos de pensar que nuestra oración es más poderosa cuando usamos un torrente de palabras. Oramos por que Jesús nos pide que oremos, y porque tenemos confianza en nuestro Padre que conoce lo que necesitamos aun antes de pedírselo. En nuestra lista de oración de petición habríamos de poner en primera fila las cosas más importantes, como son: Dios y su Reino, que es manifestado y comunicado a nosotros por medio del pan, del perdón y protección. Las demás cosas “se nos darán por añadidura”.
Colecta
Señor Dios nuestro:
Tú sabes lo que necesitamos
aun antes de pedírtelo.
Estamos seguros de esto
por la experiencia humana de Jesús tu Hijo,
que se hizo uno de nosotros.
Por eso te pedimos:
que no lo tomes a mal
cuando usamos demasiadas palabras,
quizás intentando encubrir
la vaciedad de nuestros corazones,
Por tu Espíritu que habita en nosotros,
enséñanos a pedir cosas realmente importantes:
las cosas de tu Causa y de tu Reino.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Intenciones
- Por los miembros de las órdenes y congregaciones religiosas contemplativas, dedicadas totalmente a la oración, para que sean muy sensibles y atentos a las necesidades de la Iglesia y del mundo, y rueguen fervorosamente por ellas, roguemos.
- Por todos nosotros, para que en nuestra oración busquemos sobre todo la voluntad de Dios, antes que la nuestra propia, oremos.
- Por todos nosotros, de nuevo, para que el Señor nos otorgue un verdadero espíritu de oración, que nos lleve a una auténtica intimidad con él.
Oración sobre las Ofrendas
Dios, Padre nuestro que estás en el cielo:
Estamos seguros de que tú nos escuchas siempre,
porque tu Hijo está presente en medio de nosotros.
Con él te rogamos
que sepamos reconocerte y alabar tu nombre;
que tu Reino crezca entre nosotros
y que nosotros cumplamos lealmente tu voluntad
siguiendo a Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.
Antes del Padre Nuestro
Oremos como Jesús nos ha orientado hoy en el evangelio.
Y roguemos a Dios nuestro Padre
con las propias palabras de Jesús: R/ Padre nuestro…
Oración después de la Comunión
Dios, Padre nuestro:
Tu Hijo Jesús, ahora vivo entre nosotros,
insiste en que nos perdonemos unos a otros.
Enséñanos a perdonar como tú perdonas,
completamente y sin reservas.
Te damos gracias porque nos has perdonado mucho
y porque no has tenido ya en cuenta
el castigo merecido por nuestros pecados
por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición
Para nosotros la oración no es una huída de la vida hacia las altas nubes, ni una dejación de nuestro compromiso y entrega a nuestros hermanos. Consideramos la oración como una súplica a Dios para que nos conceda el coraje y el valor para enfrentarnos a la realidad en que vivimos y para preocuparnos y compartir seriamente con los hermanos.
Que el Señor les dé a ustedes esta actitud y fuerza, y les bendiga abundantemente: el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
R/ Amén.
El material que aquí te ofrecemos está tomado de la obra del P. Camilo Marivoet, cicm y publicada en Filipinas por Claretian Publications (en inglés) con el título de LITURGY ALIVE. La traducción y adaptación es del P. Carmelo Astiz, misionero claretiano.