Liturgia viva del jueves de la xix semana del t. ordinario, feria o santos ponciano
SETENTA VECES SIETE
(Ez 12:1-12; Mt 18:21 – 19:1)
Introducción
En una acción simbólica bien expresiva, Ezequiel muestra cómo el rey y la mayoría del pueblo tendrán que ir al exilio porque permanecen rebeldes contra Dios.
Evangelio.
Dios es bondadoso y misericordioso por naturaleza, dispuesto a perdonar, leal, que irradia generosidad. Para él el perdonar es natural. –Pero en nuestro caso, las cosas son más complicadas. ¿Somos nosotros por naturaleza comprensivos, y estamos dispuestos a perdonar?
Por vocación, si, pero ¿por naturaleza? – Y segundo, en el caso de Dios hay solamente una parte ofendida: Dios mismo. En nuestra situación, con demasiada frecuencia, hay dos ofensores y dos ofendidos. ¿Se encontrarán alguna vez los gemelos, si uno olvida totalmente el pasado y comienza de nuevo? Cuando estamos heridos, tenemos que arrancar de nuestro corazones la palabra o el gesto de perdón de nuestros corazones. Y aun así, lo tenemos que hacer setenta veces siete, según dice el Señor.
Oración Colecta
Dios de misericordia y compasión:
Tú sabes cómo, a veces,
tenemos que arrancar perdón, con dificultad,
de nuestros corazones rotos.
Quizás no podemos perdonar en otros
lo que condenamos en nosotros mismos.
Somos al mismo tiempo culpables y ofendidos.
Oh Dios, ayúdanos a entendernos a nosotros mismos
para que seamos más comprensivos con los otros
y que aprendamos a perdonar
totalmente y sin reservas
como tú nos perdonas tantas y tan repetidas veces
por medio de Jesucristo, nuestro Señor.
Intenciones
- Por la Iglesia, para que siga dedicándose a llevar reconciliación a sus miembros y al mundo entero, roguemos al Señor.
- Por todas las iglesias cristianas, divididas desde tanto tiempo por resentimientos y soberbia, para que un día nos unamos todos juntos en la unidad de un solo evangelio y de un mismo amor por Cristo, roguemos al Señor.
- Por aquellos matrimonios en que los cónyuges viven, uno junto al otro, sin mucho amor y sin comunicarse, para que lleguen a perdonarse, y a comprenderse de nuevo, el uno al otro, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Nos juntamos alrededor de esta mesa santa
para hacer memoria, por medio del pan y vino,
de que tu Hijo entregó su cuerpo
y derramó su sangre para reconciliarnos contigo.
Que sea ésta una celebración
de perdón y de paz con unos y otros
Ayúdanos a amarnos unos a otros con un amor sincero
y a perdonarnos mutuamente con un corazón grande.
ya que tú nos has perdonado tanto,
por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Tú quieres que vivamos no en el pasado, sino para el futuro.
Con la fuerza de este sacramento de unidad y perdón,
danos corazones suficientemente generosos
para olvidar el pasado, que pasado está,
y para construir todos juntos una comunidad de paz
en la que nos aceptemos unos a otros
con nuestras cualidades y nuestros defectos,
como tú nos aceptas a nosotros,
en Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Hoy Dios nos ha ducho muy claramente que tenemos que llegar a ser como él, para olvidar y perdonar, para sanar y cuidar, seguros de que, en el proceso, también nosotros sanaremos.
Que Dios esté con ustedes y les imparta la bendición, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y que permanezca para siempre.
El material que aquí te ofrecemos está tomado de la obra del P. Camilo Marivoet, cicm y publicada en Filipinas por Claretian Publications (en inglés) con el título de LITURGY ALIVE. La traducción y adaptación es del P. Carmelo Astiz, misionero claretiano.