Liturgia Viva del Jueves de la XXIV Semana del Tiempo Ordinario. San Jenaro, obispo y mártir

Fecha

19 Sep 2024

Introducción

Primera Lectura. El centro y corazón de la Buena Nueva de salvación que Pablo lleva a los corintios es la resurrección de Jesús. Pablo insiste en ello, porque los griegos no aceptan fácilmente esta verdad. Para los cristianos la resurrección quiere decir vida, más que un simple dogma intelectual; resurrección significa esperanza y un gran futuro de vida.
Evangelio.  Una mujer de mala reputación aparentemente merecida, se acerca a Jesús y muestra de forma más bien extravagante que algo en ella clama por una clase de amor más puro del que había experimentado hasta ahora en su vida. Su encuentro con Jesús en fe y amor le llevó al perdón, para escándalo de los buenos judíos, religiosos practicantes. —  Para nosotros también, el encuentro de Jesús con nosotros es siempre un encuentro de perdón.

Oración Colecta
Oh Dios, Padre, lleno de paciencia y amor:
Tú enviaste a tu Hijo en medio de nosotros
para sanar lo que está roto y herido.
Él, con su bondad, tocó profundamente nuestro corazón
y no rompió la caña aplastada.
Perdona, Padre,  nuestros pecados.
Que tu  Santo Espíritu continúe en nosotros
el trabajo de nuestra conversión
y haznos pacientes y comprensivos
tanto con los que nos quieren
como con los que  nos fallan o rechazan.
Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo nuestro Señor.

Intenciones

  1. Para que la comunidad de la Iglesia, pueblo de Dios,  sea para todos una fuente de paz, de perdón y  de reconciliación, y de nuevas oportunidades para el mañana, roguemos al Señor.
  2. Para que seamos respetuosos y amables al juzgar a otros, conscientes de que cada  uno de  nosotros necesita también perdón, roguemos al Señor.
  3. Para que en nuestras familias y comunidades estemos atentos al bien y a las cosas buenas que constantemente se hacen, y no nos desalentemos por nuestras faltas y defectos, roguemos al Señor.

 
Oración sobre las Ofrendas
Oh Dios y Padre nuestro:
Tú nos has invitado a encontrarnos con tu Hijo
y a ofrecer con él el sacrificio
que perdona nuestros pecados.
Dispón nuestro corazón para perdonar a los otros
como tú nos perdonas
y para participar, en la mesa eucarística de tu Hijo,
del pan de unidad y reconciliación.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Oración después de la Comunión
Oh Padre misericordioso:
En esta eucaristía
tu Hijo Jesús nos ha dicho a nosotros también:
“Tus pecados te son perdonados”
y ha compartido con nosotros la comida que nos reconcilia.
Que todo esto profundice más nuestro amor hacia ti
y nos disponga a extender una mano de perdón y de paz
a los que nos han ofendido
y a los que nosotros mismos hemos herido.
Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo el Señor.

Bendición
Hermanos: Jesús nos ha dicho a nosotros también su palabra de perdón,: “Tus pecados te son perdonados.”  Que se pueda decir también de nosotros que  en nuestra vida y conducta mostramos un gran amor, tanto a Dios como a nuestro prójimo.

Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.


El material que aquí te ofrecemos está tomado de la obra del P. Camilo Marivoet, cicm y publicada en Filipinas por Claretian Publications (en inglés) con el título de LITURGY ALIVE. La traducción y adaptación es del P. Carmelo Astiz, misionero claretiano.
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