Liturgia Viva del Jueves de la XXVIII Semana del Tiempo Ordinario
TODOS SALVADOS POR LA FE
(Ef 1,3-10; Lc11,47-54)
Introducción
Primera Lectura. Desde este jueves, durante dos semanas exactas, leeremos la carta de San Pablo a los Efesios, que quizás no fue escrita personalmente por Pablo. La lectura de hoy es una larga “bendición” al estilo judío, una acción de gracias por nuestra salvación en Cristo Jesús. Dios nos ha elegido y destinado para ser adoptados como hijos por medio de Jesucristo, que tiene que llegar a ser cabeza de todo.
Evangelio. No nos podemos salvar solamente observando leyes y confiando en nuestras prácticas religiosas. Nos salvamos sencillamente por la bondad de Dios que se nos reveló en Cristo Jesús. Incluso nuestra fe es don de Dios, y esta fe nos librará del pecado y nos hará participar de la bondad y el amor de Dios. A los escribas -legalistas del tiempo de Jesús- les resulta difícil entender esto, como también ahora a los legalistas de nuestro tiempo. No pueden entender que todo es gracia…
Oración Colecta
Señor, Dios de la Alianza:
Te damos gracias por el don de la fe en tu Hijo Jesucristo,
y por el don del perdón y el amor
que él nos trajo como don tuyo.
Todo lo que tocamos y sentimos
es pura gracia y don gratuito.
Danos un corazón agradecido, Señor,
para reconocer tu bondad
en la naturaleza, en la gente que nos rodea,
y, sobre todo, en tu Hijo Jesucristo,
que vive contigo y también con nosotros
ahora y por los siglos de los siglos.
Intenciones
– Por todos los que dan testimonio de la verdad, para que el Espíritu Santo ponga las palabras correctas en su boca, roguemos al Señor.
– Por todos nosotros, para que cumplamos nuestras tareas y misión en la vida con celo y con honestidad, roguemos al Señor.
– Por todos los que participamos en esta eucaristía, para que el Señor nos haga nobles, dignos de confianza y auténticas personas, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Oh Dios, Padre amoroso,
¿Qué podemos encontrar para ofrecértelo como don
que antes no nos lo hayas regalado tú?
Acepta estos dones de pan y vino,
transformados por nuestras manos,
como detalles de nuestra gratitud.
Nos unimos en acción de gracias y alabanza
por tu mejor y más valioso don para nosotros:
que es Jesucristo tu Hijo, nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Agradecidos por todo lo que nos has dado
te pedimos hoy,
oh Dios, Padre nuestro bondadoso,
que nos hagas, como justa devolución por tus dones,
generosos y liberales
para con todos los que encontramos en la vida.
Ya que hemos recibido todo gratuitamente de ti
que aprendamos a dar con manos y corazón abiertos,
sin esperar o pedir ni una palabra de agradecimiento,
y a darnos a nosotros mismos, junto con nuestros dones,
como hizo Jesús, tu Hijo, que es nuestro Dios y Señor
por los siglos de los siglos.
Bendición
Hermanos: Demos gracias a Dios por todas las gracias que nos ha otorgado, especialmente el don de la fe y la mismísima persona de nuestro Señor Jesucristo entre nosotros. Seamos también nosotros gracia y bendición los unos para los otros, con la mayor bendición del Dios todopoderoso, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.