Liturgia viva del Jueves de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario. Santa Gertrudis, virgen. Santa Margarita de Escocia
EL REINO DE DIOS ESTÁ ENTRE NOSOTROS
(Sab 7,22- 8,1; Lc 17,20-25)
Introducción
El autor de este Libro da grandes alabanzas a la sabiduría. La personifica, la describe como un espíritu que se mueve; como el aliento de Dios que pone en buen orden todas las cosas.
Evangelio: A los fariseos, y quizás también a los discípulos, que ansiosamente buscaban señales, Jesús les dice: El reino de Dios está entre ustedes, justo en medio de ustedes. Está ya presente en nuestras vidas. En otras palabras: Sean sabios y cuerdos, y comprométanse con el presente, para construir el reino de Dios ahora. Busquen la eternidad y la vida eterna en el presente, y el buen día de Dios llegará a su debido tiempo.
Oración Colecta
Tu reino no es un orden establecido y anquilosado,
sino algo que está siempre vivo, dinámico y siempre llegando.
Haznos conscientes de que encontraremos el reino
allí donde te dejemos reinar a ti,
donde nosotros y el reino de este mundo demos paso a tu reino,
donde dejemos que tu justicia, amor y paz
ocupen el lugar de nuestras torpezas y trompicones.
Señor, establece tu reino entre nosotros
por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Intenciones
- Por la Iglesia, que todavía no es el reino, para que sea un signo visible del reino de Dios en la tierra por su apertura a todos, su espíritu de amor y de servicio, roguemos al Señor.
- Para que todos los cristianos contribuyamos a hacer creíble el evangelio, gracias a nuestro compromiso por la justicia y el amor, roguemos al Señor.
- Para que sepamos construir caminos de paz y servicio hacia los otros y que nos preparemos a nosotros mismos y también al mundo para acoger a Jesús y al reino de Dios, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Si dejamos que reines tú en nosotros
y no nuestro propio capricho y voluntad
ni la gente y las cosas en derredor nuestro,
reconoceríamos que hay una comunión santa de amor
entre ti y nosotros.
Ven y quédate con nosotros, en Cristo Jesús,
en esta eucaristía y en nuestra vida diaria;
y toma posesión de nosotros
para que sepamos gobernar y perdonar, santificar e iluminar,
y para que nos esforcemos
en ordenar todas las cosas para el bien de todos
y en renovarnos por tu fuerza y tu gracia.
Concédenos esto por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
En esta celebración eucarística
tú nos has dado de nuevo a Jesús, tu Hijo.
Por medio de su Espíritu de sabiduría
haznos totalmente conscientes
de que nuestra personalidad humana y toda nuestra existencia
y la gente y los acontecimiento en derredor nuestro
son la forma cómo nos llamas
y cómo debemos responder a tu llamado.
Desarrolla tu reino entre nosotros
por medio de Aquél que está en medio de nosotros,
Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: El reino de Dios está entre nosotros. Está aquí, realmente, si hemos aceptado a Cristo y le hemos dejado que ilumine nuestras vidas; él está también en realidades que no son directamente mensurables: justicia, perdón, amor, paz, bondad.
Que Dios todopoderoso nos ayude a construir su reino sobre esas bases, con Cristo Señor nuestro y nos bendiga para esta misión, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.