Liturgia Viva – La Exaltación de la Santa Cruz
Saludo Inicial
Pidamos a Dios nuestro Padre,
que nos ama tanto
que nos dio a su Hijo único
para que todo el que creyera en el tuviera vida eterna.
Que Jesús os llene con su vida
y esté con todos vosotros.
Introducción del celebrante.
Las cruces son siempre duras de llevar y estamos tentados de refunfuñar y revelarnos ante los sufrimientos y pruebas de la vida. Pero Jesús fue delante de nosotros: cargó con la cruz por nosotros y murió por ello, después resucitó. Dios es más fuerte que la muerte, y la necedad y el escándalo de la cruz nos ha salvado de nuestros pecados y la muerte. La cruz fue el camino de Jesús hacia la victoria. Para todo discípulo de Jesús éste es el camino para la vida y la resurrección. Unámonos a Jesús en esta eucaristía y celebremos con Él el sacrificio de la cruz.
Acto Penitencial
¿Como llevamos nuestras cruces? ¿Cargamos con ellas como Cristo? ¿Es la cruz de Jesús un escándalo para nosotros o nuestra esperanza y sanvación? Examinemos ante el Señor.
(Pausa)
Señor, tu nos has salvado por tu cruz, pero la cruz nos avergüenza, las tuyas y las nuestras, y fácilmente nos revolvemos ante ellas.
Señor, ten piedad.
Jesús, tu te humillaste para traernos la compasión y el perdón a pesar de que nosotros sólo buscamos honores y éxitos.
Cristo, Ten Piedad.
Señor, la cruz fue tu camino hacia la Gloria y por eso ponemos la cruz en lugares de honor en nuestras casas, pero no en nuestras vidas.
Señor, ten piedad.
Ten misericordia de nosotros, Señor, perdónanos una y otra vez; ayúdanos a cargar con nuestras cruces con fe y amor y danos tu vida eterna. Amen
Oración Colecta:
Pidamos a nuestro Dios que aprendamos a cargar nuestra cruz con su Hijo…
(Pausa)
Señor, Dios leal,
estamos constantemente bajo la amenaza de
impugnar nuestra dependencia de ti
y de culparte por el mal en el mundo.
Señor Dios, haznos ver
el valor redentor del sufrimiento.
Danos la mentalidad de Jesucristo:
preparanos para ser totalmente cristianos;
totalmente comprometidos contigo y tu pueblo,
incluso a costa del sufrimiento.
Danos fuerza para seguir el camino de tu Hijo,
Nuestro Señor. Amen
t our Lord. R/ Amen.
Introducción a la Primera Lectura: Salvados por la fe en los signos de salvación.
Cansados y desanimados por su largo viaje por el desierto, los Hebreos pierden la fe en Dios y comienzan a revelarse. Dios los castiga, pero salva a los que levantan la Mirada desde la fe a los signos de salvación.
Segunda Lectura: El humillado Cristo es Glorificado
Jesús, el mismo Hijo de Dios, se humilla comvirtiendose en alguien como nosotros e incluso muriendo por nosotros en la cruz. Por eso es ahora nuestro glorioso Señor.
Introducción al Evangelio: La muerte salvadora de Jesús nos da la vida.
Porque nos amó, Dios envió a su Hijo al mundo como hombre. Por su muerte, Jesús trajo el perdón y la vida.
Peticiones
Dios amó tanto al mundo que nos dio a su único Hijo para salvarnos y darnos su vida a través de su muerte y resurrección. Pidamos a Jesús por todos los que sufren diciendo: Señor, sálvanos por tu cruz.
Por todos los que han perdido su rumbo en la vida, que descubran el camino de Cristo. Oremos.
Por todos los que han perdido sus ideales, para que vean y acepten la novedad constante de la vida y se renueven a si mismos. Oremos.
Por los que se encuentra perdidos en sus luchas personales contra las fuerzas del mal, para que confíen en Cristo, cuya gracia es siempre más fuerte que la muerte y el pecado. Oremos.
Por todos los que están solos, abandonados para que ecepten la compañía de Cristo y a través de Él de los otros. Oremos.
Por todos nosotros, para que aprendamos de nuestro Señor a cargar con nuestras cruces con paciencia y humildad, que de alguna manera nos traigan vida y a cualquiera que se sienta cansado o desanimado. Oremos.
Por esta comunidad, para que Jesús nuestro Salvador nos haga servidores de las personas y sus necesidades. Oremos.
Señor Jesucristo, tu cruz es un misterio para nosotros, así como todo sufrimiento. Confiamos por tu Palabra y ejemplo en que tu cruz es una camino hacia el gozo y la libertad. Transforma nuestras cruces en felicidad y vida, ahora y por siempre. Amen
Oración sobre las ofrendas
Señor, con este pan y este vino
celebramos la muerte salvadora de tu Hijo.
En los momentos en que sufrimos
y cuando vemos imposible seguir
danos tu la fuerza,
que no murmuremos ni contestemos
sino que aceptemos que este es tu camino hacia la gloria,
incluso cuando no lo entendemos en absoluto.
Te pedimos coraje
por tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
Amen.
Introducción a la plegaria eucarística
Recuerda que en esta eucaristía y en cada una celebramos el sacrificio de la cruz por el cual Jesús nos trajo el perdón y la vida. Demos gracias al Padre por ello y ofrezcámonos a nosotros mismos con Jesús a nuestro Dios, para que podamos vencer al mal en Él.
Introducción al Padrenuestro:
Agradecidos port u amor Salvador,
pedimos a nuestro Padre del cielo
con las palabras de Jesús, nuestro salvador.
Libranos Señor
Libranos Señor de todo mal
y perdona nuestros pecados
que son causa de la muerte de Hijo en la cruz.
Ayudanos a unir nuestras cruces a la suya,
danos coraje y paciencia en la vida,
así como gozosamente esperamos
la venida de nuestro Salvador Jesucristo.
Invitación a la communion.
Este es el cordero de Dios
que murió en la cruz
para sepultar nuestros pecados.
Dichosos los invitados
a comer este pan de vida.
Oración después de la comunión.
Dios, nuestro Padre y Señor,
sabemos que nos has hecho para la alegría y la felicidad,
aunque la humillación y la muerte fuera el precio
que tu Hijo tuvo que pagar.
Que nunca nos avergoncemos de la cruz,
o proclamemos un cristianismo sin sufrimiento,
que confiemos en tu llamada
a ser testigos tuyos en el camino al que nos llamas
por Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Hemos sido marcados con el signo de la cruz
como pueblo salvado para server al Señor.
Recordando la cruz
tenemos que aprender de perdonar
y a sobrellevar las cargar de otros
y aceptar la realidad de la vida
como pueblo que espera y confía
en la bendición de Dios Todopoderoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amen
Podeis ir en Paz…