Liturgia Viva –  Lunes de la II Semana de Cuaresma

Fecha

17 Mar 2025

EL PECADOR BUSCA PERDÓN
(Dn 9,4-10; Lc 6,36-38)

Introducción

Reconocer el pecado, lamentarlo y buscar perdón es una realidad que puede existir realmente sólo donde hay genuina amistad y cuando la conciencia de esta amistad ha sido herida o incluso destruida. Sin amistad con Dios y con los hermanos, el pecado permanece simplemente como basura que hay que barrer, el dolor o pesar es apenas un remordimiento superficial de algo que no debería haber ocurrido, y el perdón es, a todo más, un intento de borrar el pasado. Pero “pecado, pesar y perdón” deben entenderse a la luz de la Alianza, sellada con un Dios misericordioso, que nos amó primero; también a la luz de la relación con nuestro prójimo, con quien hemos sido salvados y hecho hermanos gracias a esta unión de vida y de amor con Dios.

Oración Colecta

Oh Dios, santo y justo; Padre nuestro amoroso:
Tú nos ofreciste tu mano en amistad
y nos enviaste a tu Hijo Jesús
a caminar con nosotros
por el camino de la obediencia y la fidelidad.
Pero, oh Dios, con frecuencia rompemos esa amistad,
y actuamos como si no fuéramos tus hijos e hijas.
Mira el rictus de vergüenza en nuestros rostros;
perdónanos, pues contamos confiadamente contigo.
Acepta nuestra acción de gracias
ya que continúas aceptándonos como somos
y nos amas a pesar de nuestras debilidades y pecados.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

Intenciones

Para que todos y cada uno de nosotros seamos valientes para decir “Lo siento, me equivoqué, perdóname”, no solo a Dios cuando hemos pecado, sino también a los hermanos a quienes hayamos herido u ofendido, roguemos al Señor.

Para que no encubramos ni pasemos por alto cualquier mal, sino que expresemos enérgicamente nuestra disconformidad, sin condenar al pecador, roguemos al Señor.

Para que nunca devolvamos mal por mal, sino que escuchemos al Espíritu que quiere que paguemos y compensemos el mal con el bien, roguemos al Señor.

Oración sobre las Ofrendas

Señor Dios nuestro:
En esta eucaristía tu Hijo Jesús viene a nosotros
para traernos su perdón y su paz.
Recuérdanos, Padre,
lo que él pasó y sufrió por nosotros
para que nos convirtamos a ti
y seamos tu pueblo santo
por medio de Jesucristo nuestro Señor.

Oración después de la Comunión

Señor Dios nuestro:
Tu amor y tu perdón no tienen límite.
Que nuestros corazones se hagan tan grandes como el tuyo.
para que nosotros también aprendamos
a perdonarnos unos a otros,
y a parar de juzgar y condenar.
Queremos acoger a los hermanos tal como son
y seguir ofreciendo nuestra amistad,
aun cuando a veces algunos abusen de ella.
Lo haremos gracias a la fuerza de Aquél
que se ha entregado a sí mismo
a nosotros y por nosotros en la eucaristía,
es decir, Jesucristo nuestro Señor.

Bendición

Hermanos: Repetimos algunas palabras de Jesús, para recordarlas, y sobre todo para practicarlas, a lo largo de la jornada: “Sean misericordiosos como su Padre del cielo es misericordioso; perdonen y se les perdonará”. — Para que sepamos llevarlo a la vida, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.

¡No hay eventos!
Radio Palabra

God Gossip